Juego, set y partido contra la COVID-19. Así se podría haber anunciado perfectamente la transformación que el Real Club de Tenis Barcelona ha experimentado este viernes para convertir la sede del Trofeo Conde de Godó - Barcelona Open Banc Sabadell -cancelado el año pasado por la pandemia y programado ahora para la semana del 17 al 25 de abril- en un centro de vacunación del coronavirus. Vacunas y tenis, además, literalmente.

Personas con movilidad reducida del barcelonés barrio de Pedralbes se han trasladado a este privilegiado emplazamiento para, con la ayuda de operarios del propio club, someterse a la primera dosis de la vacuna, evitando así tener que desplazarse hasta el centro de antención primaria y su consiguiente saturación. El Salón del RCT Barcelona, un espacio accesible, amplio y bien ventilado, ha sido el lugar elegido para que el personal de enfermería del CAP Les Corts realizara su labor.

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Pero el gran atractivo para estas personas ha sido lo que venía inmediatamente después de la vacuna. Manda el protocolo que permanezcan 15 minutos en el lugar de la vacunación antes de regresar a casa, por si surge una reacción adversa. Y, en este caso, esa espera ha transcurrido al aire libre, ante una de las pistas donde se disputa el Godó, donde algunos de los socios tenistas del club practicaban partidos de tenis. La segunda dosis -o segundo set- está programada para el 26 de marzo.

Además del RCT Barcelona, otras instalaciones deportivas se han puesto a disposición del la conselleria de Salut de la Generalitat de Catalunya en las últimas semanas por si fuera necesario su empleo como centros de vacunación masiva. Tal es el caso, por ejemplo, de los dos principales estadios de fútbol de la comunidad, el Camp Nou y el RCDE Stadium, sede de los partidos de Barcelona y Espanyol, respectivamente.