Osaka pisa el acelerador para meterse en las semifinales
Naomi Osaka venció con más comodidad de la esperada a la taiwanesa Su-Wei Hsieh y está entre las cuatro mejores de un Grand Slam por cuarta vez.
Naomi Osaka, que sufrió muchísimo para vencer a Garbiñe Muguruza en octavos del Open de Australia tras salvar dos puntos de partido y restar para mantenerse en él, machacó en cuartos a la siempre inquietante Su-Wei Hsieh. La japonesa de 23 años venció por un doble 6-2 en 66 minutos a la taiwanesa de 35, la más mayor en alcanzar por primera vez la quinta ronda de un Grand Slam en la Era Open (desde 1968). Osaka se dio un respiro para afrontar una semifinal en la que tendrá que encarar a Serena Williams o Simona Halep. Las tres veces que llegó a estas alturas en majors, levantó el trofeo.
No tuvo mucha historia un encuentro del que se esperaba más por los precedentes, partidos duros a tres sets, como el que jugaron precisamente en Melbourne en la tercera ronda de hace dos años. No fue así porque Hsieh no dio con la tecla para desbordar a una Osaka segurísima y bien plantada en la pista, que no dio opciones al servicio (92% de puntos ganados con primeros) ni al resto (42%). La asiática tuvo apenas tres opciones de quiebre que no aprovechó y perdió cuatro veces su saque, dos en cada set.
"No esperaba este marcador", dijo Naomi, que sonrío incluso durante el partido por la tranquilidad y la escasa presión con la que lo jugó ante una rival que suele ser incómoda por su inusual estilo de juego (da todos los golpes a dos manos) y su forma aparentemente fría y despreocupada de afrontar los partidos. Esta vez sí se le notaron los nervios de jugar por primera vez un partido de tanta trascendencia.