Carreño impone su gran estado de forma para batir a Bautista
Pablo Carreño ganó a su compatriota Roberto Bautista en cuatro sets y llega por segunda vez a los octavos de final de París. Su rival será Altmaier, que eliminó a Berrettini.
Pablo Carreño sigue de dulce. El gijonés, semifinalista del pasado US Open, impuso su gran estado de forma para ganar a su compatriota Roberto Bautista, al que le faltó energía y físico para hacer frente al despliegue de su compañero de equipo en la Copa Davis, que le ganó en cuatro sets y 3h:11 por 6-4, 6-3, 5-7 y 6-4. Carreño se mete por segunda vez en los octavos de final del torneo (fue cuartofinalista en 2017).
El enfrentamiento número 84 entre españoles en Roland Garros en la Era Open (desde 1968), 166º en Grand Slams, fue tal y como se esperaba. Largos peloteos, velocidad, ritmo y guerra de estrategias. Carreño evidenció que su momento de tenis tras el confinamiento es superior al de Bautista, que ha tenido que compaginar su trabajo en el circuito con su reciente paternidad y anda un poco justo de gasolina. La derrota para él es un revés en su intención de jugar el próximo mes de noviembre en las ATP Finals. Es duodécimo en el ranking, se le puede escapar por delante Rublev y hay varios jugadores que podrían sobrepasarle si avanzan en París, entre ellos el propio Carreño que ya ha empezado a sumar sumar puntos y es 16º virtualmente.
Pablo dominó la mayor parte del partido, fue el primero en adelantarse a golpe de quiebre en los dos primeros sets, en el tercero se dejó comer terreno y en el cuarto fue capaz de alejar los fantasmas de otra remontada como la que le hizo Zverev en Nueva York cuando con 4-2 para Bautista ganó los últimos cuatro juegos del partido. El asturiano se jugó la carta de la agresividad y colocó 65 golpes ganadores, 11 de ellos de saque directo. Así, poco le importó sumar 51 errores no forzados.
Carreño se enfrentará al sorprendente alemán de la previa Daniel Altmaier (22 años y 186º del mundo), que abatió al cabeza de serie número 7, el italiano Matteo Berrettini, al que además venció en tres sets (6-2, 7-6 (5) y 6-4). Altmaier es el cuarto debutante en un Grand Slam que alcanza los octavos de final desde 2000, junto con Hyung-Talk Lee (US Open 2000), David Goffin (Roland Garros 2012) y Juan Ignacio Londero (Roland Garros 2019). También pasaron como debutantes este año Jannik Sinner y Sebastian Korda, y es la primera vez que tres se cuelan en octavos en Roland Garros desde que en 1994 lo hicieron cuatro (Dreekman, Gaudenzi, Rafter y Tillstrom). También forma junto con Korda, el primer grupo de jugadores que desde la previa entran en la cuarta ronda del torneo desde Jens Knippschild y Marat Safin en 1998. El teutón había eliminado antes a Feliciano López y a su compatriota Jan-Lennard Struff.
"Estoy a un nivel de juego muy alto"
“Bautista es un jugador muy duro y no era nada fácil ganarle. El nivel de juego que estoy teniendo es muy alto. Tenía que ser agresivo y no dejarme dominar. En el tercer set dejé de hacerlo y lo pagué. En el cuarto, cuando estaba 4-2 abajo estuve muy bien de cabeza”, explicó Carreño, que matizó las palabras que dijo cuando ganó su partido de primera ronda: “Cuando dije que no me veía inferior a nadie, no quería decir que fuera superior a todos, sino que si juego agresivo y mantengo un ritmo alto puedo ganar. Se me pasó por la cabeza lo de Zverev porque fue un momento duro”. El gijonés habló sobre su próximo rival: “Me toca Altmaier, al final no juego contra Berrettini. Si ha llegado hasta esta cuarta ronda con todos los partidos que lleva, pues estará con mucha confianza. Tendré que ver partidos contra él. Si ganara, que ojalá gane, pues ya pensaré en el siguiente. A priori, es mejor jugar contra in rival de ranking bajo, pero para ganarle tengo que marcar la diferencia en la pista. Mi entrenador tendrá que trabajar y ayudarme a preparar la táctica para ese partido”. Pablo reconoce que pensó en lo que ocurrió en las semifinales del US Open: “Yo tuve dos sets a cero arriba a Zverev y luego casi gana la final del US Open. Tengo que tener la confianza de que puedo volver a estar ahí y competir en esas rondas”.
Bautista, por su parte, no puso excusas por la derrota: “No hay excusas físicas. Pablo se ha merecido ganar, se ha mantenido mejor en los momentos difíciles del partido y cuando yo he tenido break arriba no he sabido sostenerme y mantener la concentración. Son pocas cosas las que marcan la diferencia. Me ha molestado un poco el codo y las molestias se acentúan con el frío”. El castellonense no desveló qué pasos dará a partir de ahora en el circuito: “Estoy con el partido muy reciente, no es momento de pensar en eso, sino de volver a casa, descansar, estar con mi mujer y mi hijo, y replantearme las cosas. A ver cómo queda el calendario y qué se puede jugar y ya veremos”.