El regreso de los aficionados a las pistas de tenis en el Torneo de Estrasburgo no ha sentado nada bien a algunos tenistas, que critican la cercanía del público con ellos y el riesgo de contagio que eso conlleva a menos de una semana para el inicio del cuadro final de Roland Garros.

Una de las tenistas más críticas ha sido la francesa Alizé Cornet. "Llego aquí a Estrasburgo y veo que hay mucho público. Creo que los jugadores no estamos cómodos con esto. El hecho de que haya público en las gradas no es malo pero luego ellos se encuentran con nosotros en los pasillos, nos piden fotos y autógrafos y es difícil rechazarles. Estoy contenta de que haya público, pero deberían estar más separados", manifestó la jugadora en declaraciones recogidas poe el diario L'Équipe.

Cornet lamentó que mientras ellos tienen que cumplir un estricto protocolo, el público puede acercarse a ellos con el riesgo que supone. "Es paradójico que nosotros estemos encerrados en un hotel, no podamos salir y nos tomemos el protocolo al pie de la letra y luego nos tengamos que juntar con gente que viene en masa y que no respeta la distancia social. Algo no está bien. Sé que es difícil de controlar. Todos estamos abrumados por la pandemia pero quiero que esto se haga mejor en Roland Garros, porque habrá más público, más jugadores y también más riesgo. Será necesario tomar más precauciones".

Sin embargo Denis Naegelen, director del torneo, desmintió los hechos denunciados por Cornet. "No hay una burbuja. La WTA ha pedido a las tenistas que se comporten de forma responsable, que estén en las áreas asignadas para ellos. Nadie del público o de la organización puede estar en contacro con ellos. Se ha implementado un protocolo de salud de 66 páginas que se redactó tras muchas reuniones con la Agencia Regional de Salud, la Federación Francesa de Tenis y la WTA. Hay circuitos unidireccionales y todo está hecho para que el público no se junte y no se acerque los jugadores".