Al contrario que Nadal, Djokovic no oculta que el número uno es uno de sus principales objetivos, en concreto batir el récord de semanas en lo más alto del ranking que posee Federer con 310. Pues bien, el serbio sumará al menos tres más, hasta las 282, después de barrer a Karen Khachanov (doble 6-2 en 67 minutos) y meterse en las semifinales del ATP 500 de Dubái. Pasar de cuartos era la condición indispensable para evitar que Nadal le apeara de nuevo del trono con un hipotético triunfo final en Acapulco.

La pelea continuará en Indian Wells (12 al 22 de marzo) y será importante lo que haga cada uno de aquí al sábado. Este viernes (no antes de las 16:00, #Vamos), Djokovic se enfrentará a un francés, Monfils, que ganó a su compatriota Gasquet por un doble 6-3 (la otra eliminatoria la disputarán Tsitsipas, que apeó a Struff, y Evans, que pudo con Rublev); mientras que Nadal buscará este jueves (05:00, Movistar Deportes) la penúltima ronda del Abierto Mexicano ante el coreano Soonwoo Kwon. Ahora, Nole acumula 9.900 por los 9.440 que tiene Rafa.

En apenas cuatro juegos, el orden y la disciplina inquebrantable de Djokovic, que le mantiene invicto este curso (16-0), sacó del partido a un voluntarioso Khachanov, que arrancó con idea de plantar cara, pero finalmente no tuvo su día o, más bien, el balcánico se lo arruinó. Con 14 puntos seguidos para romperle es saque en blanco, tomó ventaja y luego la amplió hasta el 5-1. Se despistó en su siguiente servicio pero, acto seguido, sentenció al resto. La segunda manga fue por los mismos derroteros, con un quiebre de Djokovic para el 3-1, de nuevo en blanco, y otro para cerrar el partido. Por cierto, su tarde con las dejadas, para enmarcar.

"No sé si es para tanto, pero me siento bien y estoy jugando muy bien", dijo cuando le preguntaron si está haciendo el mejor tenis. "Sé que Karen lo puede hacer mejor, no ha tenido un gran día, pero yo he estado muy sólido", dijo para disculpar el papelón del moscovita, y aclaró que su seriedad no está reñida con el gozo de jugar al tenis: "Estar concentrado es necesario, pero hay que disfrutar también. Ejecutar el plan de la mejor manera posible, pero pasarlo bien también". "La experiencia de jugar muchos años y estar calmado, algo que no siempre se puede conseguir, pero he trabajado mucho mental y emocionalmente", concluyó. Con esa filosofía parece lanzado a por un quinto título en Dubái.