Carla Suárez se da un homenaje ante la bielorrusa Sabalenka
Carla Suárez venció a la 11ª favorita del torneo, la bielorrusa Aryna Sabalenka y alarga su última participación en el Open de Australia. En segunda ronda se verá con Swiatek.
Carla Suárez vivirá al menos un partido más en su última participación en el Open de Australia, ya que decidió que al finalizar está temporada dejará el tenis para centrarse en ser madre. A sus 31 años y sin ser cabeza de serie en un Grand Slam por primera vez en mucho tiempo, la canaria le dio una lección de pundonor y tenis a la bielorrusa de 21 años y undécima favorita, a la que ganó en dos desempates con idéntico marcador: doble 7-6 (6) en 2h:11 en un choque marcado por el fuerte viento. Carla se enfrentará, sin día de descanso, este jueves (sobre las 03:00, Eurosport) en segunda ronda a la polaca la Swiatek (18 años y 56ª), una rival asequible pero peligrosa.
Sabalenka, que había ganado siempre hasta hoy a Suárez (3-1 ahora), no tuvo paciencia para superar la solidez desde el fondo de la pista de la española, y disparó sus errores no forzados hasta los 58, muchos. Pegadora irredenta, se juega los golpes como si no hubiera mañana, y la experiencia de Carla le ayudó a entender que con paciencia podía superarle por fin y en el mejor momento posible. Pudo hacerlo sin necesidad de los tie-breaks en un duelo con muchos quiebres (cinco por cabeza, cuatro de ellos en la primera manga), aunque tuvo que ser en la suerte final donde Suárez ganara el partido para celebrarlo con un alarido inusual en ella pero que dio gusto oír. Tres veces cuartofinalista en Melbourne, el público podrá seguir disfrutando de su maravilloso revés a una mano, al menos un partido más.
"Las condiciones extremas me favorecieron"
"Era un partido difícil, pero las condiciones me favorecieron esta vez. Creo que cuando son extremas, las cosas se igualan mucho. Ella venía con mucho ritmo, más elevado y más continuo que el mío, pero saber jugar un poco con el viento me vino bien", analizó Carla. "Yo soy más tranquila, y ella se fue revolucionando, aunque me costó mucho porque a veces se dominó mejor", explicó antes de reflexionar sobre su reacción tras la victoria, con lágrimas. "Vengo de lesiones, de un año malo, de dos derrotas ahora y con un mal sorteo. No le había ganado nunca a Sabalenka y este torneo me gusta mucho. Haber perdido en primera ronda este último año hubiera sido un palo. Por eso pegué ese grito". "No conozco mucho a Swiatek, pero si ha ganado ha Babos no será mala, me pondré a estudiar, porque la gente joven viene con ganas", dijo sobre su próxima rival.