Djokovic hace de Nadal para darle la ATP Cup a Serbia
Djokovic ganó a Nadal (6-2 y 7-6 (4)) y también el dobles con Troicki ante Carreño y Feliciano (6-3 y 6-4) tras el triunfo español de Bautista contra Lajovic (7-5 y 6-1).
Novak Djokovic se puso este domingo la capa de héroe para convertir al equipo de Serbia en el primer campeón de la nueva ATP Cup. Igual que había hecho Nadal en la Copa Davis, en la que ganó sus ocho partidos, el de Belgrado se erigió en líder absoluto de los balcánicos. Abatió primero al balear en el duelo de números uno (6-2 y 7-6 (4)) y después se apuntó al dobles con Viktor Troicki para sentenciar con otro triunfo ante Pablo Carreño y Feliciano López (6-3 y 6-4). De nada sirvió la gran victoria de Roberto Bautista en el primer punto de la jornada contra Dusan Lajovic (7-5 y 6-1).
Nadal, a quien poco se puede reprochar más allá de que no fue capaz de contrarrestar la furia de un invicto Djokovic, decidió no disputar el duelo decisivo por parejas. "Mi nivel de energía es un poco menor de lo usual porque jugué partidos muy largos los últimos tres días. Es una decisión de equipo. Confiamos en Feliciano y Pablo", explicó el mismo ídolo que tantas veces lo dio todo, como en la Davis de Madrid, sin ir más lejos. Esta vez no pudo estirar su magia y España lo acusó porque depende mucho de él. Nole tomó su papel en un Ken Rosewell Arena de Sídney con numerosa presencia de seguidores balcánicos. Atrás quedaron la decepción y las lágrimas por la eliminación hace menos de dos meses en la Caja Mágica contra Rusia, en el otro Mundial, el de la ITF. La rivalidad entre Novak y Rafa promete lo que resta de temporada y continuará dentro de una semana en el Abierto de Australia.
El partido de dobles tuvo el inicio soñado para España, con quiebre inmediato, 3-1 y muy buenas sensaciones. Djokovic apenas había entrado en juego y con su saque la pareja serbia había encajado ese break. Sin embargo, de un campeón como él siempre se puede esperar una reacción furiosa. Y la tuvo. Se apoyó en los buenos restos de Troicki y aprovechó las dudas de Feli y Carreño, con la mano atenazada y sin poder imponer sus servicios. Así vieron como se les escapaba el primer set con un 5-0 de parcial en contra.
Nole rugió, olía la sangre, y salió a por todas en la segunda manga. Con un revés letal puso un 15-40 peligroso en el primer juego. Feli consumó la tragedia con una doble falta. Los españoles estaban tocados y sus rivales, con la moral por las nubes. “Seguimos creyendo”, se escuchó desde la zona de equipo. Pero los balcánicos no aflojaron. “Quédate un metro dentro de la pista, Feli”, decía Nadal. Y el toledano se fue a la red. Había que inquietar. No obstante, la presión ante Djokovic no funcionó. A remolque, la dupla hispana caminó por el alambre. Al servicio no fallaron, aunque había que ganar al menos un resto y contra Novak. El noveno juego lo inició el ganador de 16 Grand Slams con un ace y otro saque que no pudo devolver dentro Carreño. Con 40-0 volvió a doblar la mano del asturiano y el título se fue para Serbia. Rodillas en tierra, The Djoker lo celebró enardecido.
Djokovic domina a Nadal
No pudo ser. Una vez más, y ya van nueve consecutivas desde 2013, Novak Djokovic superó a Rafa Nadal en pista dura. El serbio fue superior al español, que despertó en el segundo set tras ceder mucho terreno en el primero. El número dos del mundo se impuso al uno por 6-2 y 7-6 (4) e igualó la final de la ATP Cup que había arrancado con un triunfo magnífico e incontestable de Roberto Bautista ante Dusan Lajovic (7-5 y 6-1).
Djokovic barrió a Nadal en el primer set, sin paliativos. Fue superior en casi todo, colocó más golpes ganadores (11-4) y estuvo finísimo con el servicio (80% de primeros para un 81% de puntos con ellos). Su agresividad le dio el primer quiebre en su primer juego al resto. Esa apertura desbarató los planes del manacorí, que remó a contracorriente sin demasiado sentido. Con sufrimiento sacó adelante sus servicios y no encontró ninguna bola de break. Al contrario, encajó el segundo y Nole, impertérrito, no falló en su turno. "Rafael se ha equivocado al jugarle de tú a tú a Novak, pero ahora ya sabe lo que tiene que hacer en Melbourne", dijo después en La 1 su tío Toni.
Djokovic enlazó cuatro juegos en blanco con el primero en el que sirvió al inicio del segundo parcial. Nadal debía al menos asegurar sus saques y el de Belgrado le dio un respiro. El paso adelante con el resto lo dio el español en el sexto juego. Tuvo un 0-40 y cinco puntos de rotura en total, aunque se le escaparon por desgracia. Al menos, Rafa compitió con bravura y a la altura de su adversario durante toda esa segunda manga. Se vivieron los mejores minutos de tenis de todo el partido entre supercampeones. Con 5-5, Nadal salvó dos puntos de break y el duelo se abocó a un desempate en el que se adelantó. Sin embargo, Djokovic, en modo dominador, revertió la situación, arrinconó a su presa y su victoria ya fue inevitable.
'Robercop' fulmina a Lajovic
Un enorme Roberto Bautista dio al equipo de España el primer punto de la final contra Serbia. El castellonense, una máquina de hacer tenis serio y sólido, desbarató a un meritorio Dusan Lajovic, que venía de ganar cuatro de sus cinco compromisos en el torneo. El balcánico, 34º del ranking, se topó con ‘Robercop’, que le había ganado en sus tres anteriores cruces en el circuito y fue de nuevo una roca que le cerró el paso: 7-5 y 6-1 en 97 minutos. El número diez del mundo, que desde el lunes será el nueve, no se dejó amedrentar por el ambiente del Ken Rosewall Arena de Sídney, muy favorable a los rivales. Acostumbra a comenzar el año a lo grande (en enero de 2018 venció en Doha) y esta temporada no ha sido una excepción. Su campeonato sólo puede calificarse como impresionante.
Como hizo el sábado contra Kyrgios, Bautista arrancó a toda máquina, con un quiebre a las primeras de cambio. Puso el 3-0 en un abrir y cerrar de ojos, aunque el partido se ralentizó a partir de ahí. Lajovic, un jugador bastante sólido y paciente, como el castellonense, reaccionó con casta e igualó. El esfuerzo de la remontada, eso sí, le pasó factura y perdió el orden. Rober volvió a dominar para acercarse de nuevo a la rotura en cada resto, ante un rival cuyo servicio no es determinante. “Ahora que se está jugando, tú eres mejor”, le decía su entrenador, Pepe Vendrell. Bautista se lo creyó, elevó el nivel y en el duodécimo juego estuvo fantástico para apuntarse el segundo break y ganar el primer set.
El español calcó en la segunda manga el inicio de la primera y lo mejoró con un 4-0 demoledor. Como a él le gusta decir a veces, en esos minutos voló sobre la pista. Lajovic se desfondó por culpa de los sabios cambios de dirección de su oponente, armado con un drive potente y colocado. El serbio llevaba muchos juegos defendiendo al límite, en ocasiones más de la cuenta contra remates de Roberto que quizá debió dejar pasar. Cuando parecía muerto, recuperó uno de los quiebres en unos instantes de ligera distensión de Bautista. Fue un alarde que le hizo pagar Rober, con otra rotura de la que ya no pudo recuperarse. Un saque directo puso el colofón a la victoria española antes del duelo de números uno entre Djokovic y Nadal.