Este 2019 ha sido un año dulce para Roberto Bautista. Basta echar un vistazo al ranking ATP para comprobarlo. Décimo del mundo, mantiene aún opciones de estar en las ATP Finals, la Copa de Maestros, que arranca el próximo 10 de noviembre en Londres. En la carrera es noveno, a 130 puntos del último puesto que da acceso, en poder de Matteo Berrettini, aunque la brecha puede crecer este fin de semana pues el italiano está en semifinales de Viena y Bautista ya cayó en cuartos de Basilea.

Pase lo que pase, el castellonense se ha ganado a pulso estar en esa lucha en una temporada en la que ha derrotado a figuras de talla mundial como Andy Murray o Novak Djokovic, a este último por partida doble; ha llegado a semifinales de Wimbledon, en las que se topó precisamente con el serbio, y ha levantado el noveno título de su carrera en Doha.

"Llegue o no, mi sensación respecto a este año es increíble. No sólo en cuanto a resultados, sino también en cuanto a mi crecimiento como tenista", ha afirmado en declaraciones a Tennis.com Bautista, que cree que lo aprendido este año le ayudará "en futuras temporada en el circuito". 

Si no consigue llegar a Londres, tendrá otra cita en noviembre, las finales de la nueva Davis en la Caja Mágica de Madrid, para las que le ha citado Sergi Bruguera. Eso le ha obligado a posponer sus planes matrimoniales: "La boda queda para finales de noviembre, cuando todo haya terminado". 

No será la primera vez, por otro lado, que el tenis se entromete en su vida personal. Este verano no esperaba llegar a semifinales de Wimbledon y tenía un viaje de despedida de soltero a Ibiza planeado con sus amigos para esas fechas. Terminaron todos en el All England viéndole perder dando la cara ante Djokovic. "Fue muy divertido, siempre recuerdo esa situación con ellos", confiesa antes de dar la clave de su éxito: "Si tienes un buen balance entre vida y deporte, puedes jugar con la actitud, el espíritu y la mentalidad adecuadas".