Robredo no se rinde: "Mi objetivo es ser top-100 y jugar Slams"
Este jueves se presentó en el Hotel Puente Romano de Marbella la IV Senior Masters Cup, en la que además de Tommy Robredo participan Feliciano López, David Ferrer y Tommy Haas.
La IV Senior Masters Cup fue presentada este jueves en el Hotel Puente Romano de Marbella, donde se celebrará este torneo de exhibición que este año contará por primera vez con jugadores en activo, como Tommy Robredo y Feliciano López, y tenistas recientemente retirados, como David Ferrer y Tommy Haas. Curiosamente, los tres últimos son directores de torneos ATP, Feliciano, del Mutua Madrid Open, Ferrer, recién nombrado por el Barcelona Open Banc Sabadell, y Haas, del Masters 1.000 de Indian Wells.
López y Robredo disputarán la primera semifinal este viernes a las 17:30 horas. La otra plaza en la final se la jugarán Ferrer y Haas, que se medirán a partir de las 20:00 horas. El tercer y cuarto puesto (17:30) y la gran final (no antes de las 20:00) se jugarán el sábado 28. Los partidos serán televisados por Eurosport.
AS charló con Robredo (Hostalrich, Girona, 37 años) durante un descanso del ATP Challenger de Biella. El catalán, que fue número cinco del mundo, ha ganado 12 títulos (entre ellos el Masters 1.000 de Shanghái) y ha sido cuartofinalista en los cuatro Grand Slams, no se cansa de competir y, de hecho, se marca el objetivo de subir puestos en el ranking para estar de nuevo en los torneos importantes. Ahora es el 200º del mundo.
¿Cómo está a estas alturas de la temporada?
Está siendo difícil y no ha sido muy buena hasta ahora, así que estoy apretando para intentar acercarme lo máximo posible al top-100.
Tiene sus 37 años mucha gente se pregunta de dónde saca la energía, las ganas y la motivación para seguir...
Cuando haces algo que te gusta es fácil y aún tengo ilusión por conseguir algún objetivo que me pongo.
¿Cuáles son esos objetivos?
Lo principal para mí es poder seguir en el circuito, donde he estado toda mi vida deportiva y meterme en el top-100 para poder entrar en los Grand Slams y los torneos importantes, que es donde se disfruta más.
Al mismo tiempo, tiene otros proyectos, como su fundación. Hábleme de ella.
Ahora estoy muy ilusionado después de unos comienzos en los que no sabíamos si tirar para adelante o para atrás. Es algo a lo que hay que dedicarle tiempo, buscar esponsors... y no es fácil. Hicimos una apuesta valiente con un nuevo director general que venía de ese mundo de las fundaciones y tenía experiencia. Ahora estamos poniendo todo para sacarla adelante. Estamos haciendo un tour de captación en clubes de tenis y lo haremos en colegios, y seguiremos con el torneo que hacíamos. Si alguien está interesado en ayudarnos, será bienvenido (el año pasado, la ATP le premio por su labor con el galardón Arthur Ashe).
¿En qué sectores se centra?
Trabajamos con gente discapacitada para ayudarles a través del deporte. Se trata de darles un incentivo, un plus de movilidad para que se sientan fuertes para afrontar los obstáculos que la vida les depara y tirar para adelante.
¿Qué es lo más le gusta del tenis?
Me encanta preparar los partidos, salir a la pista, saber que yo soy el que puedo hacer las cosas para intentar ganar. El día que no tenga eso, lo echaré en falta. Es como tener un examen cada día. Tienes que ir más o menos preparado y dar lo mejor que tengas para aprobar. Es un desafío bonito y hay que intentar sacarlo adelante.
¿De qué se siente más orgulloso en su carrera?
He conseguido cosas que muy poca gente ha logrado en el mundo del tenis, algunas que ni siquiera me había imaginado y gracias a ello puedo disfrutar de una vida mucho mejor que muchísima gente. Me siento un privilegiado por haber hecho bien algo y ser reconocido. A cualquiera le gustaría ser rockero o jugador de fútbol, pues también tenista. Hay que saber disfrutarlo y en activo a veces no lo notas, pero el día que lo deje supongo que me daré cuenta de lo que hecho.
¿Qué alguna espina clavada?
¿Alguna? Tengo 500. cada partido que pierdes es una, cada vez que no subes una posición en el ranking, otra. Cada ocasión de hacer mejor un entrenamiento... Al final para ser un profesional del deporte hay que ser muy exigente. He intentado ser muy profesional y puedo recriminarme muy pocas cosas. Soy muy exigente y por eso cuando pierdo me frustro más.
Ahora juega muchos Challengers y hay nivel, ¿ha cambiado mucho ese circuito?
El nivel en los que dan 300 puntos por ganar es altísimo y es muy difícil pasar ronda. Además, para sumar de verdad hay que ser finalista o campeón.
En esos torneos estará viendo el tenis del futuro, ¿cómo ve a los españoles?
Davidovich ya lleva un tiempo ahí, a la espera de dar el salto; está también Alcaraz, que con 16 ya empieza a sonar. Hay muy buenos tenistas en España por todo el mundo. Y ahí estoy yo, intentando conseguir mis objetivos.
¿Cree que habrá jugadores como usted o David Ferrer en los próximos años?
Esperemos que sí, pero hay que tener claro que lo que ha habido en los últimos años es difícil que se repita. Tener a un Rafa Nadal, que puede ser el mejor de la historia, en tu país es casi imposible. O a un Ferrer, que ha estado arriba tantísimo tiempo dando alegrías no es fácil. Tuvimos a 20 tenistas españoles entre los mejores 100 del mundo... Se dice fácil, pero es muy complicado.
¿Por qué cree que surgieron aquellas grandes generaciones?
Los clubes de tenis fueron muy importantes, también tenemos un buen clima y gente como Moyá, Costa, Bruguera... nos hicieron de espejo y queríamos ser como ellos. Gente así te da ganas de jugar y si te juntas con ellos eso crea una dinámica. En las escuelas y los clubes se entrenaba muy bien.
¿A Nadal cómo le definiría?
Es fácil y difícil a la vez. Es un tipo que está intentando ser el mejor de la historia en un deporte como el tenis. Hay pocas palabras. Es de otro nivel, como Federer y Djokovic. Están ellos y luego el resto. Y ahí se quedan Sampras, Borg, McEnroe... gente espectacular.
¿Cuál es el mejor rival al que se ha enfrentado?
Jugar contra Federer es alucinante, porque lo hace todo bien. Es la perfección en el tenis. Luego te enfrentas a Nadal y no lo hace tan bonito, pero su bola es muchísimo más rápida, con más efecto y te hace estar incómodo todo el rato. Es una barbaridad. En la tele y en la grada se ve de una manera diferente, pero en la pista la pelota te come y ves que no puedes hacer nada para controlarla. Jugar contra Ferrer también era durísimo, había que pelear como en una guerra.
Le gustan los caballos, como a Roberto Bautista...
A él le gustan más que a mí. Yo tengo cinco, pero no son para competir, sino para disfrutar de ellos y montarlos para pasear. Los tengo en una finca en Olot para cuando me retire. Me encanta verlos. Ahora no monto porque me da miedo caerme y hacerme daño estando aún en activo.
¿Hasta cuándo jugará?
Ya veremos. El año que viene voy a seguir.
¿Qué hará después?
Prefiero no pensarlo, porque si lo hago me desviaré del presente. No lo sé ni me quita el sueño. Mi pareja a veces me lo pregunta y le digo 'me iré a Nápoles a disfrutar contigo y la familia y amigos'. Afortunadamente no tendré problemas para llegar a fin de mes. Obviamente, seguiré a tope con la fundación. Si hay algo en el mundo del tenis donde puede sentirme útil, fenomenal. Si no, me buscaré algún negocio.
¿Es cierto que usted se llama Tommy por los Who?
Sí, por la ópera rock de los Who, aunque la película nunca la he visto. Me compré el DVD y lo puse 10 minutos, pero no la he visto entera.
¿Qué espera de esta experiencia en Marbella?
Me gustan estos eventos, nos van bien porque ver a los compañeros con tranquilidad y sin tener que competir a tope. Lo pasaremos bien, cenaremos, tomaremos algo y jugaremos en un ambiente distendido. Algo que nos gusta de vez en cuando.