Zverev culmina la remontada de Europa, que 'tripite' título
Zverev ganó en el duelo decisivo a Raonic (6-4, 3-6 y 10-4). Antes, Federer venció a Isner (6-4, 7-6 (3); Fritz, a Thiem (7-5, 6-7 (3) y 10-5); e Isner y Sock, a Federer y Tsitsipas (5-7, 6-4 y 10-8).
La baja de Rafa Nadal por lesión perjudicó claramente los intereses de Europa en la tercera y decisiva jornada de la Laver Cup que se celebra en el lujoso Palexpo de Ginebra, aunque el equipo continental resistió y se llevó el título, tercero en otras tantas ediciones. El balear iba a jugar por segunda vez en dobles junto a Roger Federer (en 2017 vencieron a Querrey y Jack Sock en Praga), pero una inflamación en la mano izquierda se lo impidió.
El Team World, el equipo del resto del mundo, acarició la gloria durante la mayor parte de la jornada (las victorias del domingo valían tres puntos), la tuvo a tiro dos veces (7-11 y 10-11), pero se quedó con las ganas. Los capitanes europeos, Borg y Enqvist, Nadal, Federer, Thiem, Tsitsipas, Zverev y Fognini celebraron en corro, con saltos y cánticos la victoria. Faltó Bautista, el reserva de lujo que tuvo que irse antes porque tenía que viajar a Zhuhai (China) donde juega desde el martes. Nadal no tuvo problemas para levantar la copa con ambas manos y disfrutó como el que más tras contribuir el sábado con dos puntos y también en aspectos intangibles, con sus sabios consejos durante todo el fin de semana.
Tsitsipas fue claramente el lado débil de la pareja europea en el inicio del día, sobre todo por el revés que los americanos buscaron con insistencia. Federer mantuvo el tipo y llevó la iniciativa, pero su clase y su esfuerzo no fueron suficientes ante el potente saque de Isner y la solvencia de Sock, volcado en el dobles en los últimos tiempos. En el superdesempate los europeos arrancaron con un 2-0 antes de perder la delantera y el partido con algunos errores forzados por el servicio de sus rivales. Más tarde salieron a la pista Thiem y Fritz, que sirvió con acierto (10 aces y un 88% de puntos ganados con primeros) para sorprender al austriaco, que hizo lo más difícil, igualar, pero estuvo muy desacertado en el último tie-break. El americano de 21 años se creció ante la oportunidad que se le había presentado y sacó lo mejor de su prometedor juego para algarabía de sus compañeros. Había perdido en la primera jornada contra Tsitsipas y esta vez celebró su triunfo con rabia, gritando y tirando la raqueta.
Furia de Federer y alivio de Zverev
Sí la celebración de Fritz fue sonada, la de Federer tras vencer a Isner no le fue ni mucho menos a la zaga. El helvético lo dio todo para superar al gigante estadounidense de 2,08 que colocó 15 saques directos. Roger respondió con 12 y evitó el superdesempate con una lección de juego al resto, faceta en la que ganó hasta 22 puntos. Nadal, siempre atento en el banquillo, le dio buenas recomendaciones, como en el partido contra Kyrgios, y Roger estalló al ganar gracias a un último ace que dejó clavado a Isner.