Después del entrenamiento de Nadal del sábado, su entrenador, Carlos Moyá (Palma de Mallorca, 43 años), atiende a los medios españoles para hablar de la final del US Open y de cómo ve a su discípulo.
-¿Hubiesen firmado llegar a donde han llegado y como han llegado? -Estar en una final se firma siempre como sea. Él llega muy bien, con altibajos, con momentos peores que otros, pero en esos ha sabido competir y seguir luchando. Le dio la vuelta a situaciones que se estaban complicando en momentos críticos, que no definen un partido, pero sí pueden cambiar su rumbo.
-¿Qué le ha faltado? -Quizá más regularidad. Tuvo esos altibajos, pero no se puede esperar ganar un Grand Slam arrasando. Los victorias, menos una, fueron todas a tres sets. Puestos a ser ya muy exigentes y viendo como es su día a día, entendemos que todavía hay margen para jugar mejor, aunque desde fuera parezca que no es así. Hablamos de uno de los más grandes de la historia, la exigencia tiene que ser máxima. En las primeras rondas, con ganar es suficiente, en la finales hay que intentar jugar bien, porque no perdonan los rivales.
-Con 33 años es la primera vez en su carrera que Nadal llega a tres finales y una semifinal de Grand Slam en el mismo año, ¿cómo se explica eso? -Es un conjunto de motivos, no sólo uno. Su calidad tenística, la inteligencia de dosificar calendario y entrenamientos… Aun así, el año pasado tuvo lesiones. No hay una fórmula perfecta. Según vamos viendo, acortamos entrenamientos, quitamos torneos… No hay nada matemático, pero lo que ha caracterizado a Rafa es su regularidad y su competitividad máxima, con pocos altibajos. Sólo no ha llegado a semifinales en un torneo este año.
-¿Piensan en la lucha por los títulos de Grand Slam? -No hablamos de eso. Está en el horizonte, somos conscientes, pero nos gustaría comentarlo cuando acabe el torneo si gana, y si no, intentar mejorar.
-¿Están especialmente contentos con el saque? -Le ha dado mucha vida en este torneo. La tranquilidad de jugar casi siempre en posiciones ventajosas lo hace todo más fácil para dominar, acortar el tiempo en pista y el riesgo de lesiones… Nos pusimos a ello el año pasado, en Australia ya fue muy bien. Pensamos que en el medio y largo plazo era algo fundamental, sobre todo la mejora del segundo saque. Ahora, en pocos puntos se le ve empezar la siguiente bola o pegando de revés o en mala posición. El porcentaje en el que su segundo tiro lo hace con el drive es muy alto.
-¿Cómo ve a Medvedev? Lo mejor es su fortaleza mental. Ha dado muestras esta semana, con todo en contra, de que en ese aspecto es un campeón. Es un jugador de muy alto nivel, un frontón, ganador, con buena mano, movilidad pese a que es muy alto (1,98)… Aunque creemos que Rafa tiene las armas para hacerle daño.