Andreescu cumple su sueño en un nuevo drama de Serena
La estadounidense se retiró entre lágrimas por problemas físicos cuando perdía por 3-1. Por su parte, la canadiense ya es la número 14 de la WTA.
Continúa el calvario para Serena Williams. Nuevos problemas físicos provocaron su retirada tras el cuarto juego de la final del torneo de Toronto ante la estrella local, la canadiense Bianca Andreescu, que dominaba por 3-1 cuando la estadouniense rompió a llorar y anunció su abandono. Fiesta en la pista central, donde una tenista canadiense no conquistaba la Copa Rogers desde que lo hiciera Faye Urban en 1969. Por su parte, Serena prolonga el tormento deportivo que vive desde 2017, cuando ganó su último título en el Open de Australia. Además, esta es su cuarta final perdida desde marzo de 2018.
Se enfrentaban dos estilos muy similares sobre la central de Toronto. Dos auténticas pegadoras desde el fondo de pista que tratan de ganar los puntos por la vía rápida. Los intercambios se finiquitaban rápido, no más de tres o cuatro golpes por punto. A Andreescu pareció venirle bien desde el principio ya que dispuso de bola de break en el primer juego del partido. Pero sus propios errores esfumaron la conversión de la rotura.
Los errores no forzados siguieron como tónica dominante en los siguientes juegos, del lado canadiense y, especialmente, del lado de Serena. Tantos fallos de la estadounidense permitieron a Andreescu ponerse por delante en el marcador en el tercer juego, donde Serena entregó su servicio con una doble falta.
Todo estaba cuesta arriba para la menor de las Williams con el 3-1 en contra, cuando dejó helados a todos los aficionados que abarrotaban las gradas. Serena se sentó antes de su turno de saque y rompió a llorar. El drama se apoderó de la pista cuando a los 19 minutos de juego, Serena dijo basta. Andreescu se acercó a consolar a la estadounidense, que confirmó su retirada y dio el título a la canadiense delante de sus compatriotas. "Lo siento, lo he intentado pero no he podido. Está siendo un año duro. Gracias a mi equipo", dijo una desconsolada Serena en la ceremonia de entrega de premios. Posteriormente, Andreescu trató de animarla: "Es una auténtica campeona y sé lo duro que es lesionarse. Ganar aquí es un sueño hecho realidad y esto es sólo el principio".
Ya es la nº 14 de la WTA
Sin el desenlace que hubiera deseado, este es el tercer título en la carrera deportiva de Andreescu tras Newport Beach y el Masters de Indian Wells conquistados esta misma temporada. Con este triunfo, una más que emocionada Andreescu se sitúa en el puesto número 14 del ránking WTA y da la sensación de que aspira todavía a más.
A sus 19 años está firmando una campaña sensacional, donde ha ganado 38 partidos por tan sólo 4 derrotas. Además, ha conquistado 3 de los 6 torneos en los que no se ha retirado por problemas físicos, unos contratiempos que la lastraron desde el Masters de Miami ya que desde entonces no había jugado un solo partido. Regreso soñado.