Histórico Federer: más veterano en una semifinal desde Connors
El de Basilea se llevó el duelo suizo mostrando un nivel estratosférico. Llega a unas semifinales de Roland Garros 7 años después. El partido se paró por la lluvia.
Una oda al tenis. Así es como puede definirse el encuentro entre Stan Wawrinka y Roger Federer, correspondiente a los cuartos de final de Roland Garros. El duelo suizo ofreció un sensacional espectáculo que se saldó con triunfo de Federer por un marcador de 6-7, 6-4, 6-7 y 4-6 en 3 horas y 40 minutos de juego.
El partido fue pura épica y tuvo de todo. Cambios constantes de dominador en el juego, larga duración, parón por la lluvia y tenis, sobre todo tenis del nivel más exquisito. En el primer set, Roger Federer golpeó primero, aunque le costó sudor y lágrimas cerrar el parcial. El de Basilea presionó en todos los servicios a Stanimal y dispuso de innumerables bolas de break, pero Wawrinka, cual Harry Houdini, puso sobre la arcilla de la Suzanne Lenglen su mejor versión de escapista. Aunque tanto va el cántaro a la fuente, que Roger terminó plasmando la superioridad que se vio en los juegos anteriores en el tie-break.
Wawrinka supo encajar el golpe y lo devolvió con dureza. No se amilanó en absoluto, sabedor de que sobre la tierra batida iba a tener muchas opciones de darle la vuelta al partido (sus tres victorias sobre Federer son en esta superficie). Stan the Man logró desquiciar a su buen amigo y compatriota, materializando en break la primera oportunidad de rotura que tuvo en el partido. Segundo set para Stan por 6-4.
Se avecinaba partido épico y la gente que abarrotó la Suzanne Lenglen quería más. Federer, espoleado por el ánimo de la grada no rehuyó el intercambio de golpes con Wawrinka, dejando ambos puntos de auténtico escándalo. Pese a una rotura de Wawrinka, Federer logró reponerse y no perdonó en el tie-break.
Y faltaba por llegar la épica e incertidumbre, aderezada por la lluvia. Con el 3-3 en el cuarto set se detuvo el encuentro. La tormenta era inminente. Pero fue Roger quien descargó la perfección sobre el polvo de ladrillo. En el noveno juego, el de Basilea logró su segunda rotura del partido (de 18 oportunidades que tuvo) para posteriormente cerrar el duelo con su saque. La igualdad fue máxima en el encuentro, pero Roger fue mejor en los puntos clave, esos que deciden partidos. Por algo suma 20 Grand Slams y se acerca al 21. En su camino se topa, una vez más, Rafa Nadal. Pero pase lo que pase, nadie le quita a Federer ser el tenista más veterano en unas jugar unas semifinales de Grand Slam (37 años) desde Jimmy Connors (con 39) en el US Open de 1991. El próximo viernes habrá nuevo capítulo de una legendaria rivalidad.
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