Simonne Mathieu: la heroína de guerra que da nombre a la nueva pista de Roland Garros
Simonne Mathieu fue dos veces ganadora del torneo parisino después de tener dos hijos y dejó el tenis para comandar un cuerpo femenino de voluntarias en la II Guerra Mundial.
Roland Garros estrenó el pasado domingo una nueva pista situada en la zona sur del renovado complejo del torneo. Lo hizo con un partido entre Garbiñe Muguruza y Taylor Townsend, que ganó la española, y regaló a los asistentes (puede albergar hasta 5.000 espectadores) una bonita bolsa conmemorativa con la figura de la tenista que da nombre a la instalación, Simonne Mathieu. Dentro, un folleto que cuenta la interesante historia de una mujer moderna para su época, que compaginó el deporte con la maternidad y un sentido de la responsabilidad que le llevó a alistarse como voluntaria en la II Guerra Mundial.
Simonne Mathieu (Neully-sur-Seine, 1908-Chatou, 1980), que debe la doble 'n' de su nombre a un error de su padre al registrar su nacimiento, es considerada en Francia una figura imprescindible del tenis y de la grande Historie (gran historia) del país. Tuvo una salud frágil de pequeña y le aconsejaron practicar algún deporte. Eligió el tenis influida por su hermano Pierre y comenzó a destacar a los 15 años. La prensa se hizo eco enseguida de la precisión de su golpe natural. En 1925, participó por primera vez en el Internacional de Francia (Roland Garros) y se casó muy pronto, a los 17 años, con René Mathieu, hijo de uno de los fundadores del Stade, un club que aún engloba muchos deportes, entre ellos el de la raqueta y creador de la revista Smash. El matrimonio tuvo dos hijos en 1927 y 1928 y Simonne compaginó la maternidad con los entrenamientos y los partidos como una mujer moderna para la época. Recorrió el mundo hasta que en 1938, después de haber perdido antes seis finales, ganó en París el primero de sus dos títulos (el otro lo levantó al año siguiente), con un triplete completado en dobles y mixtos. También fue seis veces semifinalista de Wimbledon, todo antes de la II Guerra Mundial, donde arrancó su otra historia.
En plena ascensión de su carrera, Simonne abandonó el US Open (entonces US National Championships) cuando se enteró de que la guerra se había declarado en Europa. Se embarcó en Nueva York con destino a Inglaterra y siguiendo el llamamiento del general Charles de Gaulle invitando a los franceses a "resistir". Con 32 años se integró en las Fuerzas Francesas Libres, organizó, formó y comandó un cuerpo femenino de voluntarias. A su vuelta, en 1944, ya era capitana de las FFL, y arbitró el partido de la Liberación en Roland Garros vestida de militar. Los años pasados lejos de Francia y en plena guerra, le impidieron retomar su camino como jugadora, porque durante un bombardeo en 1941 sufrió un desprendimiento de pleura que le produjo problemas pulmonares permanentes. Pero nunca abandonó las canchas. Escribió en Smash y dirigió al equipo femenino francés de Copa Davis. "Queríamos que el estadio tuviera una identidad que encarnará la audacia, el honor y la amistad. La de Simonne Mathieu es una personalidad atemporal, irreductible, única en su género", dijo Bernard Giudicelli, presidente de la Federación Francesa.