Dominic Thiem ha demostrado en el Barcelona Open Banc Sabadell que será uno de los tenistas a seguir durante la temporada de tierra batida. El austriaco consiguió su primer Godó tras ganar en la final del torneo a Daniil Medvedev y se postula como uno de los favoritos en Madrid, Roma y Roland Garros.

Sin embargo, Thiem prefiere mantenerse cauto y con los pies en el suelo cuando le preguntan por sus opciones de victoria en el major parisino. "París todavía está bastante lejos", manifestó el austriaco en la rueda de prensa posterior al triunfo en la final del Godó.

La tierra es la superficie favorita de Thiem. Ha jugado 162 partidos en el circuito ATP con un balance de 121 victorias y 21 derrotas, lo que supone cerca de un 75% de triunfos. Sin embargo, a Thiem le costó arrancar sobre tierra batida esta temporada, ya que no logreó revalidar el título en Buenos Aires (cayó ante Schwartzman en semifinales), en Río cayó en primera ronda ante Laslo Djere y en Montecarlo se vio superado por Dusan Lajovic en octavos de final.

Thiem ya tiene como objetivo mejorar aún más sus resultados en los torneos de tierra que vienen, ya que el año pasado alcanzó la final del Mutua Madrid Open, donde cayó ante Alexander Zverev (en 2017 perdió en la final del torneo madrileño con Rafa Nadal) y la de Roland Garros, donde Nadal le privó de conseguir su primer título de Grand Slam. Thiem quiere seguir ampliando su palmarés sobre la arcilla en Madrid y Roma antes del asalto a la Copa de los Mosqueteros.