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BARCELONA OPEN BANC SABADELL

Manuel Orantes: “Nunca se valoró mi carrera deportiva”

El viernes, en la pista central del Real Club de Tenis Barcelona, Manuel Orantes (Granada, 70 años), recibió el homenaje del Barcelona Open Banc Sabadell.

Barcelona
Manuel Orantes: “Nunca se valoró mi carrera deportiva”
Gorka LeizaDIARIO AS

El viernes, en la pista central del Real Club de Tenis Barcelona, Manuel Orantes (Granada, 70 años) recibió el homenaje del Barcelona Open Banc Sabadell con motivo del 50º aniversario de la primera de sus tres victorias individuales en el torneo. Fue en 1969 tras derrotar a Manolo Santana por 6-4, 7-5 y 6-4. La final más larga de la historia del torneo. Empezó el 18 de mayo, debió suspenderse por la lluvia y no pudo, por los compromisos de los jugadores, y no volvió a disputarse hasta el 18 de septiembre.

¿Qué recuerda de esa final?

No llegué al torneo como favorito. Aunque yo había ganado ya ha Santana el año anterior en un torneo en Madrid, él era el favorito y era quien había llevado el tenis español por el mundo, incluso yo lo imitaba en las cosas que él hacia jugando con los otros niños.

Fue la final más larga de la historia fue la de 1969. ¡Duró cuatro meses! ¿Qué pasó?

Llevábamos 27 minutos en la pista. Íbamos 4-4 y empezó a llover. Se tuvo que parar y no pudimos esperar a volver el lunes porque teníamos que jugar la Copa Davis y Santana tenía más compromisos que yo para atender, así que decidimos espera a una fecha que nos fuese bien a los dos.

Y usted ganó con relativa facilidad por 6-4, 7-5 y 6-4 en una hora y 45 minutos. ¿Fue una victoria especial?

No solo por haber ganado a Santana. También porque en cuartos de final gané a Martin Mulligan, que había ganado las dos ediciones anteriores. Si hubiese ganado ese año se hubiese llevado el trofeo en propiedad y el Tenis Barcelona respiró aliviado: "menos mal porque el trofeo valía mucho dinero", dijeron.

¿Representó mucho personalmente?

Ganar ese Godó por primera vez frente a alguien como Santana en quien no veía un adversario, sino un ídolo y hacerlo en tu casa, ante mi familia fue una gran satisfacción.

¿Y qué pasó con su segunda victoria en 1971?

En ese momento no había tenis profesional. No lo hubo hasta 1973 en que cambió todo. Ni en 1969 cuando gané el Godó por primera vez cobré nada porque no había premios. En 1971, aunque ya los había, los 20.000 euros del premio se los quedo el Real Club de Tenis Barcelona porque era amateur; a mí me hicieron socio honorario.

Sus comienzos fueron humildes ¿no?

Cuando empecé me fijaba en Pedro Mora y otros, que daban clases en el Club Tenis La Salut, pero era eran personas que no tenían mucha experiencia y yo recogía pelotas, a ocho pesetas la hora, con otro entrenador, Manuel Rincón, que tenía algo más de experiencia. Lo admiraba de como daba clases, como trataba a los clientes, como entrenaba o como utilizaba el 'drive'. Yo me fijaba y luego me iba al frontón a practicar.

Orantes con el redactor de As, Josep Margalef.
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Orantes con el redactor de As, Josep Margalef.Gorka LeizaDIARIO AS

"Llegar al nivel de Nadal es casi imposible porque los jugadores como él son excepcionales"

Futuro del tenis español

¿Fue Santana el que provocó que se popularizase el tenis?

Yo tenía 11 años y Manolo Santana, que tenía 22, ganó en Roland Garros por primera vez y se empezó a hablar mucho de tenis aquí. Y estos dos entrenadores hablaron con el presidente del club y le dijeron. "aquí tenemos un recogepelotas que creemos que si se le ayuda puede ser un campeón".

¿Qué le pareció todo eso a su familia?

Hablaron conmigo y con mi familia. Dado que no tenía la oportunidad de pagarme una carrera, ni hacer otra cosa pensaron que estaba bien. Yo no pensé en llegar a ser una figura ni nada de eso, pero sí que, en un futuro, podría ser entrenador como Pedro Mora.

Lo cierto es que usted jugó siete finales individuales, ganó tres veces el Godó (1969, 1971 y 1976) y dos veces en dobles (1969 y 1973). En el Circuito sumo 33 títulos individuales y 21 en dobles. Aún hoy sigue siendo el jugador con más victorias después de Nadal. ¿Cree que no se le ha valorado nunca?

Quizás sea así, pero no solo en el torneo, incluso cuando en 2003 quisieron darme la medalla al mérito deportivo era de plata. Renuncié a ella porque creo que por mi carrera me merecía la de oro. Posteriormente los clubes y la gente del tenis se quejaron y, al final, me dieron la de oro.

¿Recuerda uno de los encuentros más extraordinarios de su carrera y de la historia del tenis?

Puede que el más extraordinario no, pero si el más luchado. Fue en semifinales del Abierto de Estados Unidos frente a Guillermo Vilas. Él había ganado los dos primeros sets (6-1 y 6-4) gané el tercero por 6-2 y en el cuarto con 5-0 y 40-15 para Vilas, gané siete puntos seguidos, salvé cinco bolas de partido y gané el set por 7-5 y el partido por 6-4.

Y en la final ganaba a Jimmy Connors, el número uno del mundo...

Después de eso, y lo curioso fue que el partido de semifinales acabó pasada la medianoche, mucha gente pensaba que Vilas era el que jugaba al final. Así que salí muy tranquilo e hice un buen partido ganando por 6-4, 6-3 y 6-3.

Al año siguiente llega el Masters de Houston y Ud. lleva su 'arma secreta': la X10. ¿Qué era eso?

En esa temporada empecé a sufrir el 'codo de tenista' y sentía mucho dolor al ejecutar el revés. Incluso para defender el título en el Abierto de Estados Unidos tuve que jugar inyectado, perdiendo con Borg en cinco sets en cuartos de final. Volví a Barcelona y fui a una tienda de deportes y me enseñaron una raqueta de aluminio, que entonces empezaban a salir; eso era la X10. Me dijeron que la probase y me la llevé.

¿Y qué pasó?

Me la lleve al Tenis La Salud para entrenar con ella ya que la semana siguiente empezaba a jugar en Teherán, Madrid, Barcelona, Londres, Estocolmo, Tokio y el Masters. Cuando empecé a entrenar con ella me di cuenta de que el codo no me hacía daño y me la llevé a la gira. llevaba seis raquetas de madera y esta, que la cuidaba como si fuera de oro.

¿Le dio resultado?

Con ella gané Teherán, Madrid, Barcelona y Tokio, llegué a la final de Londres y Estocolmo. Me clasifiqué para el Masters y lo gané.

¿Esa fue la final en la que Anne Buydens, esposa de Kirk Douglas apostó por Ud.?

Bueno, me ayudó mucho cuando mi rival, el polaco Wojtek Fibak me ganaba por dos sets a uno y 4-1 en el tercer set, ella hizo unas declaraciones a la televisión y aparecieron en las pantallas del Summit de Houston recordado mi remontada ante Vilas y mi final frente a Connors en el US Open y creyó en mí. Eso me hizo reaccionar y le derrote por 5-7, 6-2, 0-6, 7-6 y 6-1 fui el primer español en ganar el Masters.

¿Firmaría hoy tener la carrera que tuvo en su momento?

Por supuesto. Me faltó la Capa Davis, pero entonces no teníamos equipo para ganarla y la única vez que pudimos ganarla fue en 1972, pero tuvimos muy mala suerte fue cuando Andrés Gimeno la pudo jugar, con Gisbert en el doble conmigo, que nunca habíamos perdido un doble en la Davis y jugábamos contra Estados Unidos y me lesioné el día antes del sorteo. Perdimos 3-2 y si hubiese podido jugar igual hubiéramos ganado ya que a Stan Amith y a Harold Solomon siempre los había ganado.

Rafa Nadal tiene ya 32 años. ¿Ve usted continuidad de futuro en el tenis español?

Continuidad sí, pero decir que cuando él se retire habrá al año siguiente otro Nadal es imposible. si se mira a todos los grandes jugadores que ha tenido el tenis mundial con este nivel, igual no sale nunca más otro igual.

¿Y futuro?

Cuando ves cómo se están haciendo las cosas no ves otro jugador joven que llegue desde abajo con fuerza y llegar al nivel de Nadal es casi imposible porque los jugadores como él son excepcionales. Hay que tener una escuela bien hecha, un buen montaje y una estructura para que todos los jugadores que despunten lleguen al máximo nivel.

¿A nivel personal y como está usted con el tenis ahora?

Más que cansado, estoy 'quemado' porque siempre he hecho cosas por el bien del tenis y nunca me he sentido ni valorado ni ayudado por la Federación, ni nada. y cuando ves cosas así vas apartándote. Yo fui lo que fui gracias a que me ayudaron y cuando me retire quise seguir con esa mentalidad y por eso cree mi escuela. Yo tengo que motivar a los jóvenes, pero ellos también deben motivarme a mí, pero la mentalidad y el espíritu de sacrificio de hoy en día no es la misma.