El 'youtuber' que pule el técnico de Serena casi muere ahogado
Su padre y entrenador, griego, y su madre, rusa y exjugadora, se conocieron en un partido en el que él era juez de línea. Su abuelo fue futbolista del Spartak de Moscú. Entrena en la academia de Patrick Mouratoglou.
Stefanos Tsitsipas (Atenas, 20 años) está en las semifinales del Abierto de Australia y se enfrentará a Rafa Nadal por tercera vez en una carrera que pudo truncarse dramáticamente después de un torneo Futures en Heraklion en 2015. El griego estaba disfrutando del día en la playa cuando fue revolcado por unas olas y solo la rápida intervención de su padre y entrenador, Apostolos, evitó que se ahogara. "Quedamos completamente cubiertos por la marea en dos o tres segundos, por primera vez en mi vida estuve a punto de morir", recuerda Stefanos, hijo de un técnico griego de tenis y de una jugadora de la antigua Unión Soviética, Julia Sergeyevna Salnikova (fue 196ª de la WTA), que se conocieron durante un partido en él era juez de línea. "Ese incidente cambió mi perspectiva sobre la vida", comenta.
Tsitsipas empezó a jugar cuando tenía tres años en los descansos de las clases que daba su padre en un hotel de Vouliagmeni. "Ya veía partidos, aunque no recuerdo quién jugaba", cuenta. También practicaba tenis y fútbol, porque su abuelo, Sergei Salnikov, fue jugador y director deportivo del Spartak de Moscú, además de ganar el oro olímpico con la URSS, curiosamente en los Juegos de 1956 en Melbourne, donde ahora el chaval ha hecho historia para Grecia. Pero eligió el tenis por cuenta propia. "Una noche después de un torneo en Francia cuando tenía 9 años, se levantó en plena noche y me dijo: 'Papá, tengo algo que decirte, quiero ser jugador de tenis, me gusta la competición y el reto", cuenta Apostolos, que le preparó exclusivamente hasta que en 2015 entró en la escuela que tiene cerca de Niza el francés de origen heleno Patrick Mouratoglou, actual entrenador y expareja de Serena Williams, que lo está pasando en grande durante los partidos de su discípulo en el palco de su equipo. "No habla mucho, pero me da confianza y lo que me dice es tan acertado que si lo hago sale bien. Es uno de los mejores entrenadores que he conocido", cuenta Stefanos.