El nuevo saque le basta a Nadal para superar a Duckworth
El español, de más a menos con su servicio, puso en práctica en el Open de Australia el nuevo mecanismo en su primer partido oficial 129 días después de su retirada en el US Open.
Rafa Nadal ha vuelto. Lo ha hecho 129 días después de jugar su último partido oficial. Fue en el US Open, donde tuvo que retirarse por una lesión en la rodilla derecha cuando perdía en semifinales contra Del Potro. Después vinieron más molestias, en la zona abdominal, el tobillo derecho y el muslo izquierdo, pero el balear nunca se rinde y en el Abierto de Australia ha dejado claro que viene a ganar. De momento, está en segunda ronda tras superar en tres sets, y con alguna dificultad más de las que le hubiera gustado tener, a James Duckworth, australiano de 26 años y 238 del mundo por culpa de las lesiones que jugaba con una invitación del torneo: 6-4, 6-3 y 7-5 en dos horas y 15 minutos. En la segunda ronda se enfrentará el miércoles a otro australiano, Matthew Ebden (31 años y 48º del mundo), que venció al alemán Jan-Lennard Struff y con quien solo se ha medido una vez y con triunfo en Queen's 2011.
Nadal puso en marcha, por primera vez en un duelo puntuable, su nueva mecánica de saque, que le funcionó de más a menos. En el primer set lo bordó: 88% de puntos ganados con primeros y 75% con segundos. Solo cuatro perdidos con ellos (20/24). Luego, la producción fue bajando (74% y 25% en el segundo parcial y 63% y 60% en el tercero). El porcentaje de acierto subió a un 83% en la segunda manga y después bajó considerablemente en la tercera (56%). A consecuencia de esto, encajó dos quiebres. No son más que datos que hay que poner en perspectiva teniendo en cuenta que los nuevos movimientos más rápidos e intencionados dan sus primeros pasos en serio.
El avance se notó más que en el casi imperceptible cambio en la forma de sacar, más rápida, con menos retroceso en la mano izquierda tras lanzar la bola y sin tanto efecto en los segundos, en que Nadal ganó muchos de los puntos con su servicio con pocos intercambios y un menor esfuerzo, lo que más le interera. Y minimizar errores. En el parcial de inicio solo cometió uno, 11 al final, muy pocos. Todo redunda en un gran beneficio, evitar el dolor. Duckworth se la jugó mucho en sus turnos subiendo a la red, aunque eso le penalizó, y fue leyendo cada vez mejor las intenciones del balear al resto. Los rivales cuentan y cambian los números, pero se vislumbra una mejoría que puede ayudar mucho al número dos del mundo. Simplemente, es una cuestión de paciencia.
"Estoy cómodo con el gesto de mi saque"
Nadal explicó con su habitual elocuencia técnica como se había sentido con su nuevo saque: "Probamos cosas para mejorar y el saque es una de ellas. Con un solo partido a mis espaldas, es difícil saber los beneficios que me ha dado. Estoy cómodo con mi gesto, lo siento más fluido que antes... pero hay que darle tiempo para que llegue a lo que estamos buscando, probablemente meses. No solo es el saque lo que importe, sino el impacto que tiene en la siguiente bola. Te puedes descolocar o no. Estuvo bien con el servicio, sobre todo con el segundo, con más presión. Ahí tuve buenas sensaciones, estuve cómodo, cambié direcciones y serví a una velocidad correcta".
A por hitos históricos
Los objetivos de Nadal siguen ahí: ser el primer jugador de la Era Open (desde 1968) en ganar al menos dos veces cada uno de los cuatro Grand Slams, lo que supondría volver a levantar el título en Melbourne 10 años después; sumar 18 majors, a dos de Federer y, por qué no, recuperar cuanto antes el número uno que ahora ocupa Djokovic, para lo que tendría que ser campeón y que el serbio cayera antes de octavos.