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OPEN DE AUSTRALIA

Rafa Nadal arranca sin dolor y motivado con su nuevo saque

Diez años después de su único triunfo, debuta la noche del domingo (03:00, Eurosport) frente al invitado Duckworth. Ha cambiado la mecánica de su servicio.

Melbourne
Rafa Nadal arranca sin dolor y motivado con su nuevo saque
WILLIAM WESTAFP

En plena conmoción por el triste anuncio de la retirada de Andy Murray, el Abierto de Australia arranca ya en Melbourne. Puede ser el último Grand Slam en el que coincida el 'Big Four' del tenis, ese grupo maravilloso, el mejor de siempre, del que forma parte como cuarto miembro el escocés y que encabezan Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic, la santísima trinidad que seguirá dando guerra hasta que el cuerpo aguante. El de Murray, con su maltrecha cadera, ha dicho basta. El español lleva un tiempo tocado, pero resiste, mientras que lo del suizo será cuestión de caducidad a sus 37 años y el serbio, que resucitó el año pasado tras un periodo de confusión más mental que física, parece listo para volver a dominar.

Pero a Nadal, diez años después de sumar su único título en las antípodas, siempre hay que contarle entre los favoritos si no se rompe como le sucedió en cuartos de final ante Cilic el año pasado. Dice que no sintió dolor en la exhibición del Fast4 hace unos días. Llegaba después de renunciar al torneo de Brisbane por “una pequeña distensión en el muslo izquierdo”, operado del tobillo derecho y recuperado de unas molestias abdominales y de la lesión en la rodilla derecha que le apartó del US Open, su última competición oficial.

A eso de las 03:00 (Eurosport) de la noche del domingo al lunes, hora española, volverá a la acción contra el australiano invitado James Duckworth. Si todo va bien y avanza, el balear podría cruzarse más adelante con otro local, el joven de origen español Alex de Miñaur, ganador esta semana en Sídney; ya en cuartos, con Kevin Anderson, viejo conocido, y en semifinales, con el vigente campeón, Federer, que busca su título número 100, el 21º grande. Mañana, sobre las 11:00, debutará contra el uzbeko Denis Istomin.

Nadal, inconformista y en continuo aprendizaje pese a transitar por su 15º curso en la élite, viene motivado y con nuevo saque. “Siempre hay que intentar dar un paso más. El objetivo de modificar el gesto es marcar una línea de mejora. Es un cambio que hay que asimilar y habrá altos y bajos en el proceso. Hay que darle tiempo y ver si funciona bajo presión, en los partidos”, dijo en rueda de prensa.

Esa nueva mecánica a la que alude consiste en un movimiento “más fluido para que cuando la pelota bote no pierda velocidad”, explica su entrenador, Carlos Moyá, en la web de la ATP. Las claves, “la mano más rato por abajo en el swing, menos flexión al lanzar la bola hacia arriba y entrar mejor con la pierna derecha en la pista”, apunta su otro técnico, Francis Roig, que avanza que el segundo saque irá “con menos efecto, más directo”.

Nadal tiene “mucha ilusión de volver a competir antes que cualquier otra cosa”, pero es consciente de que su situación no es la más idónea y pide calma: “Los comienzos nunca son sencillos y hay que tener paciencia y una actitud adecuada para todo lo que va sucediendo, pero en general ha sido una buena semana de entrenamiento para seguir cogiendo buenas sensaciones”.