Javier Alonso, director ejecutivo de Kosmos, acudió con Gerard Piqué al reciente Masters de Shanghái, a cerrar inversiones y entrevistarse con tenistas reacios, como Djokovic. Trabajó 24 años en Dorna (Mundial de motociclismo) y este miércoles, en Madrid, asistió a la presentación en Madrid de la fase final de 2019 y 2020, que se celebrará en la capital.
-Estuvo en Shanghái con Gerard Piqué. ¿Hablaron con los jugadores? ¿Qué impresión se traen? -El feeling es bueno. Intentamos llevar nuestro mensaje de primera mano, porque hacerlo a través de los medios de comunicación no es lo adecuado. A veces la comunicación no es la mejor. Cuando se lo explican directamente, lo entienden. Cuando les dices lo importante que es seguir con la Davis para las federaciones nacionales, que es de donde ellos han surgido… Los campeonatos de jóvenes sobreviven porque la Davis crece. Cuando escuchan esto, su percepción es distinta. Los beneficios con este nuevo proyecto llegarán a todo el mundo.
-Dice Gerard Piqué que con Djokovic, que se mostró reacio a jugarla en Shanghái, hay que llegar a un acuerdo. ¿Qué se negocia? -Él es el presidente del consejo de jugadores. Y debemos conseguir que Djokovic sea partícipe . Aunque ya lo es, porque le tiene mucho aprecio a la Davis y ganarla con Serbia le hace mucha ilusión. Se está intentando buscar una fórmula para que el máximo de gente esté contenta. Pero son negociaciones que llevan mucho tiempo. Mitad jugadores y mitad torneos… Es algo complejo porque hay que contentar a todos.
-¿Entiendo que el principal problema es la fecha, que no consideran ahora adecuado noviembre? -Bueno… Dicen que el calendario está muy cargado, pero surgen exhibiciones y acuden a jugarlas. Es más un tema psicológico: la percepción de un cambio es siempre negativa de inicio. Del top-20, muy pocos jugaron el año pasado la Davis. Han visto la transformación como algo positivo porque realmente les gustaría jugarla, pero si miran individualmente su calendario piensan que es una semana más de alta competición. Buscamos una manera de que les ayude a competir.
-¿Y esa manera sería trasladar la fase final a septiembre? -No lo sé… Tendría cosas buenas y malas. Después del US Open sería durísimo. Ver cómo lo acaban y plantearse una competición exigente como la Davis después también es una burrada.
-¿Entonces cuál es la solución? -(Se ríe) Tenemos pensadas unas cuantas, pero estamos negociando. La solución llegará.
-¿Tiene Kosmos proyectos para ocupar las tres semanas de competición que quedan libres? -Trabajamos con la ITF en desarrollar nuevos torneos, pero no se puede anticipar nada. Queda recorrido.
-¿Ayudaría una fusión de la Copa Davis y de la Copa del Mundo que plantea la ATP? -Lo que nos haría ilusión es que por primera vez hubiera una competición que pusiera de acuerdo tanto a ITF como ATP.
-¿Las federaciones salen ganando? Tenían sus dudas… -Sí. El mínimo es que multiplican por cuatro lo que ganaban antes, sacando aparte los premios a jugadores. No tendrán que dar nada a los tenistas, que además están satisfechos con lo que ganarán. (Las 18 federaciones finalistas se repartirán casi ocho millones de euros y los jugadores 15).