"Es increíble como está Juan Carlos, no sé qué le pasa. Está para volver al circuito. Antes de jugar ha calentado media hora, ha hecho bici estática y pesas". Lo ha dicho Marat Safin sobre Ferrero, que le ha ganado con todas las de la ley en la final de la tercera edición de la Senior Masters Cup, que se ha jugado en el Club de Tenis del Hotel Puente Romano de Marbella. El valenciano, finísimo físicamente y con los automatismos de tenista prácticamente intacto, venció por 6-3 y 6-4 al ruso, doble campeón de Grand Slam y exnúmero uno del mundo como él.

Hace diez años se enfrentaron por última vez en el circuito y venció Safin en Valencia, en casa de Ferrero, dejando el balance de sus duelos particulares en un empate a seis que hoy se ha deshecho extraoficialmente en un partido con aire profesional. La propuesta de golpes duros y puntos cortos del moscovita criado tenísticamente en España, en la citada capital del Turia bajo la tutela de Rafael Mensua, reapareció y al de Ontinyent no le costó demasiado adaptarse a un tipo de juego muy diferente del que vivió en la semifinales contra Moya. Aún se le ve ágil, sin fisuras, con una solidez desde el fondo de la pista que ya quisieran para sí muchos de los actuales componentes de la ATP.

En el primer set rompió el saque de su rival para ponerse 5-3 arriba y sentenció en su turno. En el segundo se apuntó el break para 5-4 y tampoco falló. "En tu lado la pista es más corta", bromeó Safin, que se dio un par de revolcones por la arcilla al intentar responder a los mazazos de Juanki. "Eso no me lo hacías con 20 años", le replicó este. Buen rollo, ambiente espectacular y añoranza de un tenis que se echa de menos, el de estos titanes que reinaron en los albores del siglo XXI. Con 38 años siguen teniendo una clase innegable y una mano exquisita. Ahora nos queda el consuelo de poder disfrutar de ellos en estos entretenidos torneos de veteranos, organizados con todo el rigor que demanda un torneo. Ferrero sucede en el palmarés a Albert Costa y Carlos Moyá, que hicieron pareja en el partido de exhibición de dobles que precedió a la final y en el que vencieron a Pato Clavet y Goran Ivanisevic. El año que viene, más tenis en la Costa del Sol.