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COPA DAVIS | FRANCIA-ESPAÑA

Un Bautista gigante cae y sólo un milagro salvaría a España

El número dos perdió con Pouille en cinco sets: 3-6, 7-6 (5), 6-4, 2-6 y 6-4. Nunca se ha levantado un 0-2. Mañana el dobles (14:00, TDP) puede decidir.

Lille
Un Bautista gigante cae y sólo un milagro salvaría a España
BENOIT TESSIERREUTERS

España necesita un milagro. Convocar a la épica y a una suerte que no ha tenido para remontar un 2-0 a Francia en las semifinales de Copa Davis en Lille. Misión que parece imposible. En la vieja competición, que da sus últimas bocanadas antes de la irrupción de la fórmula Piqué, nunca ha volteado ese resultado desde la creación del Grupo Mundial en 1981. Primero Rafa Nadal, comprometido para volver a conquistar la Ensaladera (y delante de la tele hoy), se cayó de la lista por la maldita rodilla. El hombre que casi aseguraba dos puntos no estaba, y la presión pasaba a Francia. Pero la supo manejar. Primero, Pablo Carreño se rompió ante Benoit Paire, que acabó arrollándole (7-5, 6-1 y 6-0). Después, Roberto Bautista luchó pero murió orgulloso en la maldita orilla de un quinto set: 3-6, 7-6 (5), 6-4, 2-6 y 6-4 en 3h:40 ante Lucas Pouille. Mañana con el dobles (14:00, TDP) la campeona podría certificar su pase a una final de la que ya está cerca Croacia (2-0 a EE UU).

Ante unos 12.000 aficionados en un Stade Pierre-Mauroy para 26.000, Pablo Carreño tuvo a Benoit Paire asomado al precipicio. Con tres bolas de set en el primer parcial para colocarse arriba y darle un empujoncito que acabara despertando los demonios que lleva dentro el francés. Y quien acabó despeñándose fue él. Perdió ese parcial (7-5), notó un pinchazo en el aductor que le había obligado a retirarse del US Open, se hundió y sólo ganó un juego en los dos siguientes. La apuesta de Yannick Noah por un tenista que estaba apartado del equipo por indisciplina en Río 2016 y que está treinta puestos por debajo de Richard Gasquet, resultó.

Después, Carreño se autodescartó para el resto de la serie. "Seguramente no podré jugar el domingo, si no me he recuperado en semana y media, será difícil en un día...", deslizó. “No podía con el dolor. Era un riesgo jugar. Podía ocurrir esto, pero estaba bien y ha pasado demasiado pronto”, se lamentó. De alargarse la contienda, el repescado Albert Ramos (55º y que viene de encadenar siete derrotas seguidas en ATP) o Feliciano López tendrían que salir.

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BENOIT TESSIERREUTERS

Roberto Bautista (26º) no dejó que los malos augurios le afectaran de inicio ante Lucas Pouille, el hombre con mejor ranking (19º) y héroe de Francia en la final del año pasado ante Bélgica y en los cuartos en Italia, donde ganó sus dos puntos. Con la derecha afilada, el de Castellón salió en tromba: 6-3. En la segunda manga se aferró a la pista anti-Nadal de bote bajo, que sin embargo no le viene mal a él. Salvó cinco bolas de set con 5-4 y otras tres en el desempate, pero se lo adjudicó Pouille. En el tercero, espabiló y se situó 3-0, pero luego sobrevino un bajón en el español, que por problemas físicos sólo había jugado dos torneos en los últimos dos meses, y acabó entregando la manga a la vez que Noah se golpeaba el pecho y su líder aullaba.

Pero Bautista quería hacer de Nadal. Concentradísimo, se llevó el cuarto set, corajudo y perfecto al saque. Tenía la victoria en su mirada, pero en la manga final Paire le rompió para 5-4 y, pese a salvar dos pelotas de partido y disponer de bola de rotura, la moneda cayó del lado francés. Mereció más Bautista (ganó 166 puntos por 163 del francés), pero el 2-0 campea en Lille y amenaza con un cierre rápido. Y cruel.