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Verdasco: "En España si no ganas Roland Garros eres malísimo"

"Hay países en los que un jugador hace cuartos de final o semifinales y es un héroe nacional y en España si no eres número uno te tienes que retirar".

Verdasco.
GLYN KIRKAFP

Fernando Verdasco (Madrid, 1983) llega a la sala de jugadores después de entrenar una hora tras su derrota en primera ronda de Queen's ante Marin Cilic. Ahí le espera su padre, su madre y su mujer. Todos sentados mientras las televisiones muestran un Túnez-Inglaterra al que ninguno presta demasiada atención.

Verdasco acumula ya 34 primaveras y su pelo, aquel que lució puntiagudo en sus grandes gestas en Mar de Plata en 2008 y en el Abierto de Australia 2009, muestra ya alguna que otra cana. Tras unos recientes octavos de final en Roland Garros e inmerso en la preparación de Wimbledon, el madrileño charla con Efe para repasar su carrera y sus retos futuros.

La derrota con Cilic no es tan dura si se tiene en cuenta el rival.

Posiblemente sea la ronda, si no la más dura que me podía tocar, de las tres o cuatro más complicadas. Estoy jugando contra el número cuatro del mundo, que el año pasado hizo final aquí, final en Wimbledon, posiblemente sea top 3 del mundo en hierba. Pocas opciones he tenido. Con su saque ninguna, no he tenido ni una bola de 'break'. Ha ganado un 97 % de primeros servicios.... Es un jugador que resta muy bien y en cuanto he fallado con los primeros ha restado perfecto, muy profundo, y ahí ya es muy complicado contrarrestarle y cogerle la iniciativa.

Se ha traído a la familia al torneo. ¿Su apoyo comienza a ser más importante con el paso de los años?

Mi familia siempre ha viajado mucho conmigo, sobre todo al principio de mi carrera. Ahora la que viaja siempre es mi mujer, pero mis padres llevaban un tiempo sin venir. A mí siempre me ha gustado que mi familia me acompañe durante toda mi carrera, pero ahora, porque lleve más años en el tenis, no es que se me haga más duro y necesite viajar con mi familia, para nada. De hecho, últimamente siempre viajo con mis entrenadores y mi mujer y poca gente de mi familia viene. Cuando tenía 22 años, mi padre siempre me acompañaba y mis hermanas solían venir a las giras de verano.

En estos tiempos los jugadores más veteranos son los que dominan en el circuito. ¿Cree que esto se debe a que, a medida que se madura, se gana en estabilidad emocional y eso beneficia a la hora de jugar?

Esa puede ser una de las razones. La otra es que posiblemente los jugadores ahora nos cuidamos mucho más. Está mucho más avanzado el tema de la recuperación de lesiones y de la medicina, lo que hace que los jugadores con más edad podamos seguir jugando y a un alto nivel. Hace 15 años cuando empecé la media de edad era mucho más baja y ahora es la más alta de la historia del tenis. El tema emocional es importante, como el de la alimentación, por ejemplo. Mi generación es, posiblemente, la que haya dado el cambio más grande en alimentación y en cuidarse. Son cosas que te ayudan a alargar tu carrera.

Siempre se ha dicho que Verdasco no tiene cabeza, que podría haber llegado más lejos, como si la mentalidad fuese algo fácil de entrenar y mejorar.

Es algo que me cansa. Lo que la gente piense me da exactamente igual. Yo he hecho lo que tenía que hacer, lo he hecho lo mejor posible y he ganado los partidos que he podido. Tenga más cabeza o más físico o lo que sea... Cada uno es como es y ya está y yo estoy muy contento con la carrera que he tenido. Seguro que a mucha gente le hubiera gustado una carrera como la que he tenido. No tengo nada que reprocharme.

En este sentido, un jugador como Rafael Nadal ¿ha podido mal acostumbrar a los aficionados?

Seguro, porque no va a existir nadie como Rafa en 300 años. Nunca antes ha existido nada igual, lo cual te dice que es uno en la historia. Ha ganado Roland Garros y parece que si no lo gana es un fracaso. Luego hay países en los que un jugador hace cuartos de final o semifinales y es un héroe nacional y en España si no ganas Roland Garros o eres número uno eres malísimo y te tienes que retirar.

Siguiendo con la mentalidad, a veces se pasa por alto cómo la vida personal de un tenista, o sus circunstancias, le pueden afectar en la pista.

No pasa solo en el tenis, también en el fútbol. Los aficionados queremos que todos los jugadores de nuestro equipo estén al 100 %. No hay cuerpo humano que lo aguante 365 días al año durante 15 años. ¿En qué cabeza entra? Como aficionado dices "es que no se ha movido, ¿cómo puede ser que esté cansado?", al final, nadie en este mundo es una máquina. Hay días peores, hay días mejores, días que te encuentras con más energía, otros con menos, días que estás con problemas familiares... Hay tantas cosas que pueden afectar a tu estado de ánimo.

Más aún en el tenis...

En el tenis si estás mal no hay cómo maquillarlo. En fútbol puede jugar un compañero o se lo dices y no te pasan tanto el balón. En el tenis eres tú contra otro. O no juegas o lo haces lo mejor que puedas con lo que tienes en ese momento.

Y si no juegas no cobras...

En fútbol tú haces un contrato de diez millones al año durante cinco años y, bueno, luego tendrá sus cláusulas, pero juegues o no, vas a cobrar. En tenis tienes que jugar cada semana. Si quieres cobrar, evidentemente. Aunque están cambiando la norma sobre el premio por primera ronda en los Grand Slam, por las retiradas que hubo el año pasado y que estaban diciendo que algunos jugadores solo entraban por el premio económico. Al final creo que, en ese sentido, está bien, no va jugar un jugador lesionado solo por el dinero, aunque es mucho. Yo creo que la norma, por un lado, está bien, pero, por otro, es una pena que el jugador que entra no cobre. ¿Qué deberían hacer? A lo mejor deberían dar el dinero al que se retira y al que entra. Están avanzando, a ver si a medida que sigue subiendo el premio pueden establecer algo que sea positivo para todos.

¿Le queda algo por demostrar en el tenis?

Yo creo que puedo conseguir grandes resultados. Lucho y entreno cada día por intentar mantenerme al mejor nivel, por seguir aprendiendo y por estar al nivel de los mejores jugadores del mundo. Puedo estar el 30, el 25 o el 20 del mundo, pero lo que quiero es seguir disfrutando y ganando partidos. No sé lo que me queda en el tenis, espero que mucho. Tengo 34 años y como es lógico estaré en la fase final de mi carrera.

¿Que le llevaría a dejar el tenis? ¿Qué le haría no ser feliz en este deporte?

Primero, lesiones. Segundo, algo que me haga no tener la misma motivación de entrenar y competir. También cosas personales como tener un hijo y que ya no me apetezca tanto viajar. Todo pasa por una lesión o una falta de motivación.

¿Asusta el mañana después de la competición?

No, porque aún no me he parado a pensarlo. Espero seguir jugando unos cuantos años más. Cuando llegue el momento y tome la decisión, empezaré a pensar en lo siguiente.

¿Ve normal que se critique a los jóvenes por no poder competir contra Nadal y Federer?

Es que simplemente Nadal y Federer son mejores que los jóvenes por eso son el uno y el dos. Está claro que si con 36 años y con 32 siguen liderando los ránkings e intercambiándose el liderato una semana uno y otra semana otro es porque, lo primero, son los mejores, por títulos y por otras muchas cosas, y, segundo, porque los que están por detrás son peores.

¿Qué le parecen los cambios en la Copa Davis? ¿Sería irrepetible algo como lo de Mar de Plata?

No sé aún cómo funciona el formato. Tengo que verlo bien. Si es algo positivo para los jugadores y para los fans, estaré conforme, si es negativo no lo estaré. Desaparecer no va a desaparecer. La Davis seguirá en un formato distinto, pero no va a desaparecer.