Toni Nadal: "Desgraciadamente para el resto, Djokovic volverá"
Tío Toni no acompañará a Rafa Nadal en París por primera vez en 13 años. Ve a su sobrino como "el favorito". Pero avisa sobre el serbio, que despierta...
—Se acerca Roland Garros. ¿Va a ir?
—Tres días, pero voy a trabajar. Compromisos. Nada que ver con Rafael.
—¿Qué recuerdos tiene después de 13 años?
—¡Enormes! Tanto dentro como fuera de la pista. Siempre fui encantado de la vida, convencido de que Rafael podría conseguir algo grande. Diez títulos son 70 victorias sin fallar. Y algunas más truncadas por algún desencanto. En líneas generales me lo pasé muy bien.
—Pregunta obligada. ¿Cómo llega su sobrino?
—Muy bien Suficientemente bien. Con victorias en Montecarlo, Barcelona y Roma. Antes de empezar, es el favorito. Luego, cuando comience el torneo, el favorito será el que juegue mejor.
"Rafael llega muy bien; es el favorito"
—¿A quién señalaría como principal rival?
—Siempre a Djokovic. Después, a Zverev y Thiem. Entre ellos y Rafa están los máximos candidatos.
—¿Qué le pareció Novak Djokovic en Roma?
—Bastante recuperado. Su primer set fue bueno. En el segundo le faltó el ritmo de los partidos de máximo nivel. No hay razón para que no vuelva a estar arriba, porque es demasiado bueno.
(La entrevista se realiza antes de que el sorteo, en Roland Garros, determinara que Nadal evitaría a Djokovic, Zverev y Thiem hasta la final).
—¿Por qué le está costando tanto volver tras su lesión?
SU EXPERIENCIA, EN MABS2018
—No lo sé exactamente. No le debería ser así, porque técnicamente es muy bueno y siempre ha destacado por su actitud. Tuvo problemas físicos, y eso le ha podido generar falta de confianza. Se ha alargado más de lo normal, pero desgraciadamente para el resto de jugadores, volverán a ver a un gran Djokovic (sonríe).
—Hábleme de Alexander Zverev…
—Ha ganado tres Masters 1.000 con 21 años. Es verdad que no ha conseguido aún jugar bien en un Grand Slam, pero es muy joven. Es el principal favorito para ser el próximo número uno, con permiso de Federer y Djokovic. Ha acumulado muchos puntos y puede jugar más, porque Roger y Rafael tienen que cuidar su calendario. Su capacidad técnica es muy elevada. Le faltan pequeños detalles, pero exhibe un gran saque con primeros y segundos, y el revés. Le falta afinar el drive y movilidad, pero es normal a su edad. Ya es el número uno de la Race.
—¿Es este el mejor Nadal en tierra batida de siempre?
—(Se lo piensa). No, el 2008 y el 2010 era también muy difícil de batir. Este año ha jugado muy bien en Montecarlo y en Barcelona. En Roma tuvo más problemas. Recordemos que Rafael estuvo 81 partidos sin perder en tierra (dos años y dos meses, entre 2005 y 2007). Sí que ha mejorado el saque y ha vuelto a ser agresivo con su drive.
—Del Nadal que llegó a Roland Garros con gran despliegue físico a este ha habido una evolución. ¿No se valora lo suficiente la capacidad que ha tenido de reinventarse, de adaptar su juego por las lesiones y por el cambio mismo que ha experimentado el tenis?
—Ha ido sumando cosas toda su vida, porque no quedaba más remedio. En 2005 tenía un porvenir bastante complicado por las lesiones. El Zverev que vemos hoy no será el mismo dentro de ocho años. Cuando uno tiene compromiso con lo que hace, busca constantemente soluciones. Es lo que hacen los grandes. Es lo que hizo Federer luchando contra el tiempo: ser más agresivo, sacar mejor…
—¿Ve bien que Roger Federer haya decidido saltarse dos años la campaña de tierra?
—Para Roland Garros es una muy mala noticia que uno de los jugadores más emblemáticos, de los mejores de la historia, esté dos años ausente. Habrá considerado que no tiene muchas opciones en París y sí en Wimbledon.
—¿Es justificable, comprensible?
—Bueno… Es una decisión personal.
—¿En hierba y en rápida, ve ahora a su sobrino capaz de ganar a Federer? Los últimos cinco partidos han sido para el suizo… ¿Cómo se le puede ganar ahora?
—El primer partido tras la vuelta de los dos, en la final de Australia, Rafael estuvo muy cerca de la victoria y aquello le dio alas y tranquilidad a Federer. No tuvimos claro la forma de enfrentarnos a él. Quisimos ser demasiado directos y quizá debíamos haber vuelto al camino de sufrir un poco más y aguantar. Pero es muy difícil porque te lleva al límite.
—¿Habla mucho con Rafa durante los torneos?
—A veces me llama y comentamos los partidos, pero no. Ya no soy su entrenador.