Kasatkina vuelve a frenar a Muguruza, que sumó 64 errores
La española siempre fue a remolque de la rusa, muy sólida desde el fondo de la pista y que cometió 28 fallos no forzados menos. Se enfrentará a Kvitova en cuartos.
Daria Kasatkina va camino de convertirse en bestia negra de Garbiñe Muguruza. La rusa, que ganó hace unos meses a la española en las semifinales de Dubai (levantó dos bolas de partido), la ha apeado del Mutua Madrid Open en los primeros octavos que había alcanzado en su carrera en el torneo de la capital. En aquella ocasión, Kasatkina remontó, esta vez no dejó que lo hiciera Garbiñe, que sumó una cantidad lamentable de errores no forzados hasta para una jugadora de naturaleza agresiva como ella: 64 por los 36 de su rival. El resultado, 6-2, 4-6 y 6-3 en dos horas y 28 minutos de batalla con muchas alternativas y un total de diez breaks. La joven número 15 del mundo se enfrentará este jueves en cuartos a Petra Kvitova.
Kasatkina, con mucha paciencia y muy buena colocación en la pista, dejó casi siempre que Garbiñe tomará la iniciativa y las decisiones en el primer set y en parte del segundo. La hispano-venezolana se precipitó con frecuencia, fallando golpes por exceso de ímpetu. Dos breaks le pusieron en bandeja el parcial a su rival. La situación tomó tintes dramáticos para Muguruza cuando Kasatkina se puso con 4-2 y saque en la segunda manga. Parecía el final de la campeona de Roland Garros y de Wimbledon, pero tiró de raza y remontó hasta el 6-4 ganando cuatro juegos seguidos.
El partido requería nervios de acero y experiencia, la cualidad que menos debería adornar por juventud (21 años) a la rusa, que vive y se entrena en Barcelona (es muy fan del Barça). En ocasiones aplicó más fuerza de la requerida con su derecha, pero se manejó con un empaque y una capacidad para minimizar los fallos dignas de mención para poner tierra de por medio en el parcial definitivo: 4-1. Pero no estaba todo dicho. Muguruza evitó la debacle en un juego épico de 19 minutos con ocho bolas de break para Kasatkina y 28 puntos disputados. Luego rompió el servicio de su oponente y creyó en el milagro incluso cuando volvió a estar contra las cuerdas inmediatamente después con 5-3 y al resto. Lo rozó, pero no lo hizo realidad y se llevó otra decepción. Para su consuelo, solo tiene 24 años y un potencial enorme.