Djokovic necesitó de diez bolas de partido frente a Coric
Al serbio le costó cerrar el partido, pero lo hizo en dos sets (7-6, 7-5) y 2h:15 ante una de las revelaciones del año. En octavos, otro escollo: Thiem.
Novak Djokovic, en su camino de reencuentro con su yo y su tenis, superó un duro segundo escollo en el Masters 1.000 de Montecarlo al croata Borna Coric, al que derrotó por 7-6 (7/2) y 7-5 en 2h:15 y ya pisa los octavos. Eso sí, necesitó de diez bolas de partido para cerrar. El serbio, campeón en 2013 y 2015 en el Principado, donde tiene fijada su residencia, se medirá ahora con Dominic Thiem, el hombre que el año pasado se destapó como un consumado especialista en arcilla.
El serbio ha ido dejando en el camino a técnicos de campanillas (Boris Becker, Andre Agassi y Radek Stepanek) para volver a las manos de su hacedor Marian Vajda e intentar reconstruir así su tenis después de sufrir una cirugía en el codo derecho que le tuvo seis meses parado en 2017 y le ha restado mordiente.
Coric fue capaz de remontar un 4-1 en el primer set, pero murió en la orilla del tie-break. El croata de 21 años y 39º del mundo era un test de altura para el de Belgrado, pues venía de firmar semifinales en Indian Wells y cuartos en Miami reivindicándose como uno de los tenistas al alza este año.
Djokovic sufrió a ratos con su servicio, pero según lo fue enmendando se encaminó hacia la victoria. Le costó, pues tuvo dos bolas de partido al resto, siete más con su saque (que perdió para 5-5), pero luego se recuperó con un break (6-5) y a la décima fue la vencida (7-5). También se le vio sin mucho fuelle en los intercambios largos. Sin mucho brillo pero sin errores de bulto y pasando rondas, algo que no hizo en los dos primeros Masters 1.000 del año.