Novak Djokovic pasa por uno de sus peores momentos como tenista profesional. El tenista serbio no logra encontrarse con su juego después de superar la lesión de codo que le tuvo en el dique seco la segunda mitad de temporada de 2017 y eso se ha visto reflejado en los resultados cosechados en lo que va de año.

En este 2018 Novak Djokovic marcha 13º en el ranking ATP y en seis partidos cuenta con el mismo número de victorias que derrotas, 3 en cada caso. El serbio reapareció de forma oficial en el circuito el pasado mes de enero con una notable actuación en el Open de Australia, donde ganó a Young, Monfils y Albert Ramos antes de verse sorprendido en octavos por el surcoreano Hyeon Chung.

Cuando parecía que el regreso de Djokovic era una realidad, el serbio sorprendió a propios y extraños con una nueva operación en su codo a principios del mes de febrero. Pese a que su padre aseguró que Djokovic volvería a competir en el mes de mayo, el serbio regresó a la competición apenas un mes después en el Masters 1.000 de Indian Wells, cayendo en su debut ante Taro Daniel, y posteriormente se vio sorprendido por Benoit Paire en segunda ronda del Masters 1.000 de Miami.

La derrota en Miami supuso un duro revés para Djokovic y también ha supuesto un cambio radical en el equipo que le rodea. En los últimos días André Agassi comunicó que dejaba de ser entrenador del serbio y el pasado miércoles Djokovic anunciaba la ruptura de su relación con el checo Radek Stepanek, que también formaba parte de su staff.

El próximo reto de Djokovic apunta ahora a la temporada de tierra, donde espera reencontrarse con su mejor tenis y salir del ostracismo en el que actualmente se encuentra. Para ello, Djokovic ha decidido volver con Marjan Vajda,  el técnico que le ha acompañado durante buena parte de su carrera y con el que se consolidó como una de las mejores raquetas del mundo y que espera devolverle a la élite del tenis.