Valencia pone en apuros la nueva Copa Davis de Piqué
El futbolista del Barcelona y de la Selección pidió los votos de la RFET, que está en contra. En agosto, la ITF tomará una decisión definitiva en su asamblea.
Los cuartos de final en Valencia, los del espectáculo de una Plaza de Toros llena con 8.000 espectadores, los de dos partidos agónicos a cinco sets, los del pase a semifinales en un quinto punto que subió al cielo a David Ferrer, pueden haber sido la última eliminatoria celebrada en España a no ser que se llegue a la final con Croacia.
Si sale adelante el proyecto del grupo Kosmos, liderado por Gerard Piqué, en 2019 la Davis pasará a ser Copa Mundial: una semana con 18 países en sede neutral en noviembre y partidos a tres sets.
La pentacampeona España (2000, 2004, 2008, 2009 y 2011) ha jugado 103 eliminatorias de local. Quizá no haya más. O sí. Porque el formato de Piqué, bendecido por el Consejo de la Federación Internacional de Tenis (ITF) en febrero, está recibiendo oposición.
El central del Barcelona asegura una inversión de 2.500 millones de euros en 25 años para incrementar premios a los tenistas (unos 20 por campaña), compensar a las federaciones nacionales que no ingresarán cánones de las sedes (336.000 pagó el Ayuntamiento de Valencia, además de la adecuación de la Plaza que llevó a cabo la Diputación) y financiar proyectos de base. En la ciudad del Turia, el jueves por la tarde Piqué pidió los votos de la Federación Española (RFET), que tiene nueve, en una reunión con varios de sus directivos.
En agosto, en Florida, la Asamblea de la ITF es la que tiene que refrendar el cambio por mayoría de dos tercios. Hay 459 votos y le harían falta 306. “Ahora mismo, la mayoría de la Junta de la RFET opta por votar en contra”, explica un directivo. Piqué ofreció garantías económicas y un trato preferencial. Pero faltan muchos flecos. “No se puede perder lo que se ha vivido este fin de semana en Valencia”, reclaman en la RFET.
Escollos
El barcelonista, ante los escollos, tiene previsto reunirse en julio en Wimbledon, o inmediatamente después del Mundial de fútbol si España llega a la final, con la ATP. Fue a la que ofreció en primera instancia la idea, pero al final la compró ITF ante la fuga de estrellas. ATP podría retomarlo si no sale adelante en la Asamblea.
Otras federaciones, como la Alemana o Francesa (12 votos cada una), se han posicionado también en contra. No así muchos jugadores, entre ellos el equipo español en pleno. Y el número uno. “Hay que analizarlo de manera fría. Este formato de Davis lleva muchos años, es especial y muy bonito, como se ha visto el fin de semana. Pero también hace que los mejores no puedan estar siempre, y lo que hace grande una competición es que la jueguen. Ese matiz es decisivo”, advierte Rafa Nadal.
“Es una pena que se quite la opción de jugar en casa. Pero también hay que tener en cuenta que los ingresos de la RFET para formación vienen en gran parte de la Davis y no todos los años se juega en casa. Con la nueva competición te aseguras un dinero anual”, argumenta el balear.
“Yo no participaré en una exhibición así”, avisó el líder de Francia, Lucas Pouille. “¿Quién está viendo la atmósfera del España-Alemania? ¿Todavía quieren matar un torneo así?”, se preguntó en Twitter. El debate está que arde.