Ya pareció increíble que Hyeon Chung eliminara en la tercera ronda a Alexander Zverev, uno de los favoritos al título en el Abierto de Australia, pero que haya echado este lunes al seis veces ganador del torneo, el grandísimo Novak Djokovic, y además en tres sets, entra ya casi en lo paranormal. Pero es lo que ha ocurrido en una repleta Rod Laver Arena que ha alucinado con este muchacho coreano de 21 años con pinta de nerd y que juega con gafas de ver: 7-6 (4), 7-5 y 7-6 (3). Más por potencia y físico que por tenis, Chung le amargó al serbio el regreso a su Grand Slam preferido, una vuelta que le ilusionaba tras pasar seis meses en el dique seco por su lesión en el codo.

Ahora, este chico que le colocó 47 golpes ganadores y seis break a Djokovic, se enfrentará en cuartos de final y sin nada que perder a un rival al que puede ganar, otra revelación del campeonato, el estadounidense Tennys Sandgren (26 años y 97 del mundo), que apeó al favorito número cinco, Dominic Thiem, pero empleando mucho más esfuerzo: 6-2, 4-6, 7-6 (4), 6-7 (7) y 6-3 en tres horas y 54 minutos.

"No sé cómo lo he hecho. Ha sido un honor jugar contra Novak [su ídolo]. Trataba de copiarle cuando era niño. Podía haber jugado dos sets más y otro par de horas porque soy joven, mucho más que él", dijo Chung, risueño e incrédulo aún cuando el exjugador Jim Courier le entrevistó en la pista. Luego se dirigió a sus fans en coreano. Un crack.

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