Murray sacrifica sus Navidades para ir al Open de Australia

Andy Murray quiere estar como sea en el Open de Australia de 2018 después de su aciago 2017. Para ello el escocés ha decidido sacrificar parte de sus Navidades con su familia e intensificar sus entrenamientos en Miami, donde voló este fin de semana, de cara a llegar en las mejores condiciones a Melbourne en el primer Grand Slam del año que arranca el 15 de enero. En sus redes sociales ya se le ha visto haciendo múltiples ejercicios de fortalecimiento muscular. 

Murray, que sufrió problemas de cadera, lleva sin competir de manera oficial más de cuatro meses desde que en Wimbledon cayese ante el estadounidense Sam Querrey. En ese tiempo sólo ha saltado a una pista de tenis en una divertida exhibición que hizo con Federer en Glasgow el pasado 7 de noviembre y en la que barajó regresar en París-Bercy, finalmente no fue así. 

“Volveré cuando esté listo, entrenaré durante unas semanas y veremos qué sucede”, contaba el escocés, de 30 años, que pasará el año nuevo en Brisbane, donde sí estará su familia, y que será la ciudad en la que comience la aclimatación a Australia. Quien no estará será Ivan Lendl, su entrenador, con el que ha roto recientemente por segunda vez. 

Murray nunca ha ganado el Open de Australia, aunque ha sido finalista hasta en cinco ocasiones, la última en 2016. En 2017 cayó en cuarta ronda. El escocés ocupa actualmente el puesto 16º del ránking mundial, si bien entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 fue el número uno durante 41 semanas consecutivas. Murray quiere volver a coger ritmo.