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ATP PEKÍN / BEIJING

Nadal derriba a Isner y jugará semifinales contra Dimitrov

Supo leer los tiros del norteamericano (22 aces) y jugó un tie-break perfecto en el segundo set para acabar 6-3 y 7-6 (7/0). Ya añade 90 puntos más al ránking.
Nadal - Schwartzman: Roland Garros 2018

Nadal derriba a Isner y jugará semifinales contra Dimitrov
NICOLAS ASFOURIAFP

"Jugar contra John Isner es como afrontar una tanda de penaltis”, describió ya hace años Rafa Nadal después de soportar una tortura de bombazos al saque despedidos desde 2,06 metros. Pero el español, que iba para delantero, siempre había demostrado ante el estadounidense que también valdría para portero. Que sabe colocarse frente a esos tiros lanzados a más de 200 km/h para blocarlos. Lo hizo en cuartos de final del ATP 500 de Pekín, donde dejó en 7-0 su balance ante el número 17 del mundo tras conseguir la victoria por 6-3 y 7-6 (7/0) en 1h:43.

Nadal se mide este sábado en semifinales (10:30, Movistar Deportes) a Grigor Dimitrov, que derrotó a Roberto Bautista por 7-6 (5), 4-6 y 6-2. Por su parte, el mallorquín añadió 90 puntos más a su cuenta (aventaja en 2.050 a Federer), pues el año pasado cayó en cuartos en la capital china, precisamente ante el búlgaro (8-1 en el cara a cara). Busca su novena final del año... cifra que no alcanzaba desde un mágico 2013 (14 y 10 títulos).

Dimitrov, número ocho, llevó a Nadal a una batalla de cinco sets en las semifinales de Australia. En julio, el balear le acogió en su Academia de Manacor, donde entrenaron, pescaron y rieron. “Es un gran tipo y estoy feliz de que tenga un gran año”, le alabó ayer. Por el otro lado del cuadro, dos talentos frente a frente: Nick Kyrgios contra Alexander Zverev, que logró billete al Masters al vencer a Rublev.

El número uno demostró que el descanso tras el triunfo en el US Open le ha servido para mantener la chispa en las piernas y la mente despejada. Para llegar a todas las bolas aunque vuelen. En el primer set, consiguió ya un break en el noveno juego que debilitó a Isner, la torre de Greensboro.

En el segundo, se exhibió en varios compases. Con aplomo, por ejemplo, levantó una bola de break con un ace de segundo saque. Tirando de recursos y de fiabilidad dejó su cuenta de errores no forzados al final del partido en sólo 7 por 26 golpes ganadores. El tie-break, ese desempate en el que Isner es letal con su mazo, Nadal lo resolvió con una autoridad insultante. Los mensajes que lanza son de frescura. Más sorpresas para un año sorprendente.