TENIS | MASTERS 1.000 DE CANADÁ
Shapovalov sorprende a Nadal y el número 1 tendrá que esperar
Nadal - Schwartzman en directo: US Open 2019, hoy, en vivo
Rafal Nadal no será número uno el lunes que viene. Un chaval de 18 años famoso por darle un involuntario pelotazo a un juez de silla, Denis Shapovalov, lo ha impedido esta madrugada. El español se ha encontrado con un reflejo de sí mismo, como aquel Nadal que se subio a las barbas de Federer hace 13 años, pero con mejor saque y una capacidad pasmosa para colocar golpes ganadores (49). Esas cualidades, unidas a un atrevimiento, un desparpajo y una resistencia increíbles, le llevaron hasta su mayor victoria, solo 24 horas después de haber ganado en Montreal a Del Potro. Casi nada. Al final, 3-6, 6-4 y 7-6 (4) en una batalla que duró dos horas y 45 minutos. Nadal tendrá que esperar a la próxima semana para intentar superar a Andy Murray en Cincinnati (está a 195 puntos) y volver a un trono que no ocupa de julio de 2014. Pero Federer, si Bautista no lo impide, recortará distancias en esa pelea. Y Shapovalov, el nuevo héroe de Canadá, seguirá soñando. En cuartos se enfrentará a Mannarino sin nada que perder.
Nadal gestionó bien el inicio del partido, con veteranía y paciencia, aplacando el ímpetu de Shapovalov. En el primer set no se puso nervioso al ver como su rival, también zurdo, le aguantaba bien el pulso y superaba su presión al resto con bonitos drives en movimiento. Le fue madurando y en el octavo juego por fin le rompió el saque, con la ayuda de una doble falta y de algún error de juventud del canadiense. En 37 minutos, el balear cerró el parcial y encaró la segunda manga con aparente tranquilidad.
Pero empezó mandando Shapovalov y se puso 3-0 tras un break que le dio mucha moral. No lo esperaba Nadal. Después llegó el 4-1, en blanco. Minutos de zozobra sin reacción. La pelea por el número uno, en peligro. Cuando mejor lo tenía el joven de origen ruso, se arrugó un poco y el manacorí tiró de casta. Salvó su saque en el sexto juego, rompió el de su rival en el séptimo e igualó en el octavo. La idea era no fallar y comerle la moral al chiquillo. Pero éste aguantó el chaparrón mejor de lo esperado y se llevó el set con un break lazado por medio de un derechazo que no pudo poner en la pista Nadal.
Remar para morir en la orilla
Tocaba remar y el español lo hizo, pero Shapovalov le cerró bien la puerta en el inicio de la manga definitiva. Con sufrimiento, Rafa sacó adelante su servicio. Después vino un juego épico de más de 14 minutos que se llevó el canadiense porque una dejada de Nadal no superó el obstáculo de la cinta. El duelo entró en una fase de intercambios largos y alternativas eternas, con una tensión que se podía cortar con un cuchillo. La resistencia de Shapovalov no parecía tener límite por más bolas de break que tuviera en contra. El muchacho no dio su brazo a torcer, Nadal aseguró también sus saques (varios en blanco) y llegó la muerte súbita. La experiencia del campeonísimo español tenía que pesar y al principio lo hizo. Con tres puntos seguidos encarriló la suerte y respiró. Pero aún se resistió el nuevo ídolo del país norteamericano. El públicó rugió con el 3-3 y el 4-4, con el 5-4 ya creyó en el milagro. Y luego cayeron otros dos puntos y estalló el delirio. El número uno para Rafa tendrá que esperar.