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WIMBLEDON 2017

Davidovich: el malagueño de origen ruso que imita a Djokovic


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Londres
Davidovich: el malagueño de origen ruso que imita a Djokovic
DANIEL LEAL-OLIVASAFP

Alejandro Davidovich Fokina, nuevo campeón júnior de Wimbledon, nació el 5 de junio de 1999 en La Cala del Moral (Málaga) de padres rusos, Eduardo (jubilado y nacionalizado sueco) y Tatiana (administrativa), que ahora están divorciados. La pasión por el tenis se la inculcaron muy pronto. A los dos años empezó a jugar "sin saber casi lo que era una raqueta", reconoce. Y se animó cuando a los cinco comenzó a competir y vio "que los resultados llegaban". Se entrena "desde hace cinco o seis años", con Jorge Aguirre en la escuela Just Tennis Academy, en el hotel Don Carlos de Marbella.

Davidovich, semifinalista esta temporada en Roland Garros, habla "dos idiomas y medio". "Castellano, inglés y un poco de ruso, que lo entiendo pero cuando lo hablo me atrapo", dice con claro acento andaluz. De pequeño le encantaba Roger Federer, entre otras cosas porque le dio pena verle llorar cuando perdió en aquella final de Australia contra Nadal. Pero con el paso de los años, cambió de ídolo y ahora intenta imitar el juego de Novak Djokovic. "Pero el de antes, que ahora con eso de Paz y Amor (la academia del gurú del serbio, Pepe Imaz), no me convence", reconoce el muchacho.

Este año ha jugado su primer torneo completo en hierba, después de perder en la primera ronda de Wimbledon en 2016 (jugó Roland Garros y el US Open también). Se había entrenado en hierba apenas dos días antes del torneo, y previo a la final, nada más había jugado seis partidos sobre una superficie que le encanta pero en la que le costó arrancar: "El año pasado cuando jugué aquí me caí veinte veces". Se define como un tenista "agresivo, que sube a la red y que rema cuando hay que defender".

Ya ha conocido a Rafa Nadal. "Jugué un par de veces su torneo y cruzamos algunas palabras". Y en Londres se entrenó hace unos días con Thiem. No conoce a más tenistas profesionales, pero si sigue así, pronto jugará contra ellos, igual que el finalista este año de Roland Garros, Nicola Kuhn, que el domingo ganó el ATP Challenger de Braunschweig (Alemania).

En su tiempo libre reconoce que no hace "nada". "Acabo muy cansado y solo me apetece cenar y dormir". Es "un fanático de todos los deportes". Y no piensa jugar por Rusia aunque le llamen. "Soy muy español".