Nadal pone fin a su tortura: KO a Monfils y noveno título
Rafa Nadal, tras 259 días sin ganar un título y 707 sin un Masters 1.000, derrotó a Gael Monfils (7-5, 5-7 y 6-0) para lograr su noveno título en el Principado de Montecarlo.
Rafa Nadal llevaba 259 días sin ganar un título (Hamburgo 2015). Habían pasado 707 días desde que levantó el último trofeo de un Masters 1.000 (Madrid 2014) y 679 desde que alzara su última gran pieza: Roland Garros 2014. Demasiado tiempo. Demasiada ansiedad. Demasiadas horas de pista sin premio para un campeón de 14 Grand Slams que con 29 años proclama que su tiempo no ha expirado. Por fin, en Montecarlo, puso fin a su particular tortura tras ganar a Gael Monfils por 7-5, 5-7 y 6-0 tras 2h:46. La puso además con su golpe: un drive enroscado, venenoso y paralelo. Clavó las rodillas, gritó al cielo y se fue a por los suyos. La viva imagen de la liberación.
Por el contrario, una derrota habría sido un desastre, porque la ocasión era única. Y no fue fácil. Gael Monfils (16º del mundo), la elástica pantera francesa, planteó un partido serio y movió sus largos brazos como aspas. En el primer parcial, que se extendió una hora y cuarto, dos veces se puso el español por delante y las dos anuló Monfils la ventaja. Necesitó cinco bolas de set Nadal para cerrar, que en su debe dejó esa incapacidad para consolidar las ventajas.
El segundo set fue otro carrrusel. Durísimo. Jugado en el filo. Tenis disputado cerca de la agonía física, allí donde siempre había mandado Nadal. Al contrario que en el primero, se puso por delante el galo y fue remando el de Manacor. Tres juegos seguidos del parisino y tras una hora de tensión llevaron el partido al tercero (5-7).
Entonces, Nadal recuperó viejas sensaciones. Su corazón bombeó más. Su mente le sostuvo. Los calambres aparecieron en Monfils. Fundido por el fuego de Nadal, dimitió. Y Rafa vio cerca el final de su tortura, encadenó seis juegos. Tenía que ser en Montecarlo. Donde comenzó su leyenda, Nadal anunció que está dispuesto a continuarla.