Djokovic da un baño de realidad a Federer: 10º grande

La recurrente lluvia en Flushing Meadows, que obligó a la final a comenzar con más de tres horas de retraso, no destempló los nervios de Novak Djokovic, que elevó al cielo de Nueva York su décimo torneo de Grand Slam tras derrotar a Roger Federer por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4 tras 3h:23.

El serbio, tenista ultracompetitivo, dio un puñetazo sobre la mesa ante el suizo, que a sus 34 años aspiraba a redondear su leyenda con un 18º 'grande' y alcanzó él la decena. Con 28 años, sin aparentes fisuras y consolidado al lado de Boris Becker, el número uno se coloca ya a cuatro 'grandes' de un Nadal desaparecido este curso.

Contra el clima de euforia generado en Nueva York, que se quedó sin ver el Grand Slam de Serena y apostaba por el triunfo del renacido veterano de 34 años, Nole ofreció un baño de realidad. Ha llegado este año a las finales de los cuatro Grand Slam (tercer tenista en la Era Open tras Rod Laver y Federer) y sólo ha dejado escapar Roland Garros. Además acumula cuatro Masters 1.000.

En un partido vibrante, Djokovic paró los pies del maestro de Basilea ya en el primer parcial, cuando este venía de ganar 28 consecutivos desde la final de Wimbledon. Estuvo más sólido atrás, más fino en general en un partido que contabilizó 35 winners frente a los 56 del número dos, pero en el que cometió menos errores no forzados (37 frente a 54). Sobre todo, decidió su determinación en las bolas de break (6/13 contra 4/23). El instinto de killer que, ahora mismo, sólo demuestra él.

En el segundo set, que duró 1h:02, Federer presentó batalla y se lo llevó con juegos como el décimo que duró más de un cuarto de hora. Pero en el tramo decisivo Djokovic demostró el por qué de su tiranía. No se desesperó ni cuando falló para cerrar con 5-2 y saque. El US Open, que ya había ganado en 2011 pero le había sido esquivo en otras cuatro finales, se rindió otra vez al poder del de Belgrado, que se dispara sin aparente oposición, salvo fogonazos de inspiración de 'outsiders' como Wawrinka, hacia la historia. Diez 'grandes' con 28 años. Una madurez de acero.