Flavia Pennetta toca la gloria con 33 años y anuncia su adiós
La italiana, entrenada por el español Salva Navarro en Barcelona, es la primera italiana que gana en Nueva York. Derrotó a su compatriota Vinci: 7-6, 6-2.
El día reservado a que Serena Williams entrara en la historia quedó señalado para que la italiana Flavia Pennetta ganara su primer Grand Slam, con 33 años y tras haber disputado 49 grandes. La espera más larga de la historia. La de Brindisi cerró su triunfo sobre su compatriota Roberta Vinci (43ª), que había dado la campanada frente a la estadounidense, por 7-6 (4) y 6-2. Tras tocar la gloria y sobre la pista, dio la sorpresa. Se retira en lo más alto. No volverá al US Open: "Es el mejor modo de decir adiós al tenis". Terminará la temporada y lo dejará.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, fue testigo en Nueva York de la primera final de un Grand Slam entre dos transalpinas, que además se trataba de la de más edad de la era Open: 66 años y 19 días, pues Vinci tiene 32. Pennetta, número 26 del mundo, saldrá octava en el ránking, el mejor de su carrera.
Un premio para su constancia y también para su equipo español. Vive desde hace años a caballo entre Italia y Barcelona, su técnico es Salva Navarro, que trabajó con Tommy Robredo, y su preparador físico Sergi Valldaura. Su novio, el también tenista Fabio Fognini, lo celebró desde la grada. Una fiesta italiana que debía ser para Serena. Las entradas de la final femenina se habían vendido antes que las de la femenina. De los más de 1.600 dólares que costaba estos días un boleto en el portal TiqIQ, se bajó hasta los 100 cuando cayó la estadounidense.
Pennetta quebró en el primer set (3-2), pero dejó que la igualara Vinci (4-4), que se iba dando aliento al grito de “¡Forza!”, las dos nerviosas, empequeñecidas por la relevancia del duelo en la Arthur Ashe. Pero la muerte súbita la supo gobernar Pennetta. Luego, en la segunda la nueva campeona generó tres breaks. Su mejor balance de winners y errores no forzados (28/22 por los 21/30 de Vinci) marcó la diferencia. Pennetta entró en los libros de historia. Tarde, pero con letras doradas y con un gran abrazo en la red con Vinci, compañera en cuatro títulos de Copa Federación.