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ATP 500 HAMBURGO

Rafa Nadal bate a Vesely y jugará ante Pablo Cuevas

Se deshizo de Jiri Vesely por 6-4 y 7-6 (2), después de dos horas y 11 minutos de batazos pesados en la Pista Central del Rothenbaum Club.

Rafa Nadal.
Rafa Nadal.DANIEL BOCKWOLDTEFE

De no ser por la doble falta que estranguló su primer punto de partido a favor, y de no ser también por las tres roturas de servicio que aceptó en el segundo set... podría decirse que Rafa Nadal entra brillantemente en los cuartos del Bet-at-Home Open, el ATP 500 de Hamburgo: será ante Pablo Cuevas (a las 15:30 horas del viernes) y tras batir a Jiri Vesely por 6-4 y 7-6 (2), después de dos horas y 11 minutos de batazos pesados en la Pista Central del Rothenbaum Club.

Con ese tanteo, con 30 tiros ganadores y una docena de puntos de 'break' gestionados bajo los mandobles del saque de Vesely (1,98 de altura, palos de servicio a 211 km/h), parecería que la victoria de Nadal viene llena de luminosidades, en otra jornada sombría en Hamburgo, con la pista cubierta por lluvia y a 17 grados. Pero, al igual que la luz solar y el viento se alternaban para traspasar la lona del Rothenbaum, así se alternaron los claroscuros el juego de Nadal: 30 golpes ganadores... y 33 errores forzados. Cinco roturas del servicio-cañón de Vesely en esas 12 oportunidades (pero solo 49% de puntos ganados con primeros saques del checo) y otras cuatro fracturas del propio saque de Rafa, con esas tres en la segunda manga, y a través de siete dobles faltas: todo un intrincado rosario de picos y valles, ríos y sierras.

Los tres primeros juegos duraron 24 minutos, con tres roturas de servicio en fila. Bajo la lona, a 17 grados y con 65% de humedad, las durísimas bolas Tretorn andaban y se alzaban a tope sobre la arena arcillosa, como piedras volanderas lanzadas por el 'drive' de Rafa: como con una honda que, en efectos angulados, buscaba torcer y reventar el lomo al gigantón Vesely (22 años, número 45 del mundo). El viento del Báltico se colaba por la lona y alzaba los efectos 'topspin' de Rafa... que ganó el primer set en 57 minutos por 6-4, pese a complicarse la vida con 16 errores no forzados.

En la segunda manga, Nadal siguió complicandose la vida... pero se animaba tras cada punto victorioso con la misma extraña fiereza y casi con idénticos gestos que el mejor Lleyton Hewitt. Cuando Vesely (33 errores no forzados, 24 tiros ganadores) ya tenía el espinazo casi roto, regresó la ansiedad que viene persiguiendo a Nadal, quien entregó con sendas dobles faltas el juego en el que debía rematar el partido, en el 5-4 de la segunda manga. Llegado el 'tiebreak', Rafa arrojó la ansiedad a paseo y galopó a lomos de su propia adrenalina, para sentenciar el pase a cuartos. Allí le espera Pablo Cuevas. En una tarde extraña y salvaje, todo podría haber sido incluso brillante, de no ser por la rodada de los dientes de la maldita sierra de la ansiedad...