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MUTUA MADRID OPEN

Nadal se acerca a sí mismo y jugará la final con Murray

El tenista de Manacor venció (6-7 y 1-6) a Berdych y ya está en la final. Se enfrentará a Andy Murray, que batió por 6-3 y 6-4 a Nishikori. Será su sexta final en la Caja Mágica.

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Nadal se acerca a sí mismo y jugará la final con Murray
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A finales de enero, Tomas Berdych apeaba a Rafa Nadal en cuartos del Abierto de Australia y cerraba una racha de 17 derrotas ante Rafa que se extendía desde 2006. Fue una de tantas jornadas dolorosas o vacilantes después de las que cualquiera podía hacerse muchas preguntas sobre el futuro de Nadal. Poco más de tres meses después de aquel frío mediodía de Melbourne, lo que reapareció ante el mismo Berdych en el Estadio Manolo Santana fue... el mejor Nadal, que firma su sexta final en la Caja Mágica (todas desde 2009, excepto la edición de 2012), séptima en el evento madrileño si se añade a la de aquel épico título de 2005 en la Casa de Campo, ante Ljubicic.  También se trata de la primera final de Masters 1.000 para Nadal desde hace prácticamente un año (Roma, 2014). "Berdych llegaba en un momento fantástico. Esta era una semana vital para mí y esta es un gran emoción", asumió el mismo Rafael Nadal aún sobre la pista.

En un gran partido que galopó durante hora y 44 minutos entre un calor ambiental a más de 30 grados, Nadal recuperó la senda tradicional de sus victorias ante Berdych, al que no batía precisamente desde los cuartos de Madrid, en 2014. Con tanteo de 7-6 (3) y 6-1, en su éxito número 19 ante el checo, Nadal se planta en la final del domingo (19:00 horas) ante Andy Murray, que infligió a Nishikori la primera derrota de la temporada en tierra batida (6-3 y 6-4). Murray está invicto en esta temporada de tierra. Es el número 3 de la ATP y número 2 del torneo. La presión no abandona a Nadal: Rafa hubiera descendido al séptimo puesto de la ATP en caso de haber caído ante Berdych... y también descenderá a esa misma séptima plaza en caso de no revalidar en la final el título de 2014.

Para plantarse en la final, Nadal dominó brillantemente a Berdych mediante una muestra de confianza y determinación como en sus mejores días, con valientes derechas paralelas inopinadas y restos ganadores de revés que redujeron al 52% el porcentaje de puntos ganados por Berdych con segundos servicios. Asediado por el cañoneo plano de Berdych (ocho saques directos, algunos a 217 km/h, 69% de puntos ganados con primeros saques... con 90% en el primer set), Nadal no aprovechó los dos únicos puntos de rotura que manejó en la primera manga (0/2), aunque sí solucionó el set con máxima solvencia en el 'tiebreak': 7/3. Rafa sacó a más de 200 km/h (201, 202) y encontró el cuerpo de Berdych. Tan sólido fue su servicio que Berdych no pudo jugar contra él un solo punto de 'break': 0/0.

En el segundo set, el calor, los ángulos y los golpes rocosos de Nadal fueron demoliendo la entereza de Berdych, que bajó la intensidad de sus tiros planos y a quien asaltaron tantas dudas como al más celebre personaje de su compatriota Milan Kundera: Tomas, protagonista de la 'Insoportable Levedad del Ser'. Nadal fue procurándose una ocasión tras otra sobre los descendentes servicios de Berdych, hasta que forzó sendos 'breaks' (2/9)... que sentenciaron la tarde. Ante su viejo enemigo Andy Murray, al que ha ganado 15 veces en 20 cruces, el mejor Nadal regresa a una gran final. Esta era una semana vital y esa es una gran noticia.