Yulenmis lanza a España
En los últimos meses se habla mucho, sin que las instituciones disimulen ni un ápice, de que las previsiones españolas para los Juegos Olímpicos de París 2024 apuntan, por fin, al tope de Barcelona 1992: 22 medallas. Alejandro Blanco, poco amigo de las quinielas, esta vez sí se moja: “Vamos a por el récord”. En la misma línea del COE se manifiesta el Gobierno, tanto la ministra Pilar Alegría, como el secretario Rodríguez Uribes. El desafío es superar los ‘dos patitos’. Y los cálculos salen. Por si acaso, el propio Consejo de Ministros se encargó este martes de añadir otra baza a los pronósticos. Se llama Yulenmis Aguilar Martínez, ella misma recalca sus dos apellidos para realzar su hispanidad; actualmente lidera el ranking anual de lanzamiento de jabalina, con 63,90 metros, y con su mejor registro de 64,17 estará, sin duda, en la lucha por las medallas olímpicas. Sólo faltan unos trámites burocráticos, pero llegará a tiempo.
Estas nacionalizaciones generan a veces cierta contrariedad en los aficionados, que perciben el movimiento como una compra de resultados, o en los deportistas locales, que ven amenazado su sitio. Pero cada experiencia es diferente. Yulenmis lleva seis años sin competir con Cuba; vive en España desde diciembre de 2020, y ha mejorado en su nuevo país su rendimiento anterior, gracias a un entrenador, Raimundo Fernández, y a un médico, Rafael Arriaza, que recuperaron física y mentalmente a aquella prometedora perla del atletismo, luego desahuciada en la isla caribeña. No es igual lograr el pasaporte sin vínculos con España, que con ellos. Aunque tampoco se puede negar un interés de fondo que ha acelerado la operación, igual que pasó con Ilia Topuria. Cada uno puede sentir la noticia como quiera, pero las lágrimas de Yulenmis, las noches sin dormir y su foto con la bandera son pruebas suficientes de que estamos ante una española más. Bienvenida a casa.