Vinicius y el Madrid se disparan al pie
Otro derbi, otra prórroga y otro resultado. En nada se pareció el duelo del Metropolitano al de Riad, ni en la forma ni en el fondo, más encabritado que distinguido para consumar la revancha del Atleti. Los de Simeone jugaron a otra cosa, mentalizados por un principio de prudencia mayor, que le fue suficiente para derrocar al último campeón. El Madrid fue mejor, sobre todo en la comparación directa con los rojiblancos respecto al partido de la Supercopa, pero se inmoló con fallos groseros y una deuda con la pegada que no acostumbra a tener. Ambos equipos moderaron la presión, disuadidos por los precedentes previos, y jugaron con una energía y velocidad menor. Aun así, el encuentro fue una montaña rusa de emociones, con desempeños de mucho mérito (Nahuel, Koke, Griezmann, Bellingham...) y batallas superlativas. Los goles llegaron sin anunciarse y el acierto hizo un guiño esta vez al Atleti.
Si el fútbol no deja de ser un juego de errores, el Madrid los cometió todos. Hubo de todo tipo: defensa mal parada, actuaciones equivocadas de Lunin, pérdidas (Vinicius) con el equipo descolocado... Y eso que Ancelotti recuperó el 1-4-4-2 en fase defensiva y retrasó el bloque, decisiones que le sentaron bien a su equipo porque se protegió de forma más cómoda y pudo salir en transición a través de Bellingham. Fue el único que no se dejó arrastrar por la esencia del choque en un Madrid que se disparó al pie ante un rival irreductible. El Atleti atacó la profundidad con Lino, conectó bien con Morata y se entregó a la personalidad de Koke y Griezmann para salir airoso de un enfrentamiento de alto voltaje. El derbi tuvo esos matices tácticos y más, pero deja especialmente un parte de guerra que el Madrid debe atender. Ni es intratable, ni puede consentir que Vinicius se olvide del fútbol. El brasileño se equivocó en todo y confundió todavía más a un equipo que tiene en el Atleti una china en el zapato. El culpable de esta realidad, cómo no, es Simeone.
Línea mal parada
No se puede defender peor un centro frontal. Rüdiger pierde la referencia de Saúl y Carvajal se queda entre medias. El desvío del alemán provocó que Lino pudiera llegar desde atrás para hacer el 1-0.
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