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El Real Madrid afrontó el partido contra el Girona como lo que era, una auténtica final, el encuentro más importante de lo que llevamos de campeonato doméstico. Tres puntos que eran algo más que los mismos. No solo por dejar a tu máximo rival a una distancia que otorga algo de tranquilidad, sino por el mensaje que envías al resto de competidores. El primer acto del conjunto de Ancelotti fueron los mejores de lo que llevamos de temporada. El equipo trabajó concienzudamente en las labores sin balón, dejando al equipo de Míchel, con todo el potencial ofensivo que tiene, prácticamente sin tirar a portería.

Entre el enorme rendimiento ofrecido por todos los futbolistas, cabe destaca al alemán Toni Kroos, del que no recuerdo la última vez que no jugó bien un partido, Camavinga, que no para de crecer a pasos agigantados, dando un auténtica exhibición a campo abierto, Bellingham, que es un super jugador, y Vinicius. Una de las mejores actuaciones del joven brasileño con la camiseta del Real Madrid, dejando un partido completísimo. Nos ofreció un repertorio de todo lo que es capaz de hacer de forma sobresaliente en un terreno de juego. Su trabajo sin balón fue tremendo, replegando, robando balones que acabaron en gol, asistiendo, regateando y goleando. Una actuación superstar que deja al Madrid como máximo favorito para ganar la Liga a pesar de la cantidad de puntos que todavía quedan en liza.