Opinión

Vinicius se delató: “Presidente...”

Mientras Mbappé siga marcando y el Madrid ganando, el perdedor en esta guerra es Vinicius.

01/11/25 PARTIDO PRIMERA DIVISION
 REAL MADRID VALENCIA
CAMBIO SALE VINICIUS
SALUDO A XABI ALONSO
JAVIER GANDUL
Aritz Gabilondo
Aritz Gabilondo (San Sebastián, 1980) es redactor jefe de fútbol internacional de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, empezó su carrera en El País y desde 2002 trabaja en AS. Ha cubierto Mundiales, Eurocopas y Juegos Olímpicos para este diario. Es comentarista de fútbol internacional en Cadena Ser, Movistar+ y Mediaset.
Actualizado a

Llega el Madrid a Anfield en modo velocidad de crucero y todas las piezas en su sitio a excepción del indomable Vinicius, que sigue haciendo de su relación con Xabi Alonso una bola incómoda para el entorno. Sobre si será titular o suplente en Liverpool se pueden avanzar innumerables conclusiones: o el técnico claudica como claudicó ante el Valencia o el brasileño paga su desaire del Clásico en el partido más gordo de lo que va de Champions. El perdón del jugador tras su columpiada con el entrenador resultó insuficiente porque dejó fuera de la ecuación al propio Xabi, el verdadero damnificado del asunto.

También el indulto posterior de Alonso se quedó corto, pues hizo la vista gorda sin escrúpulos y miró hacia otro lado en su discurso y en su alineación. No hay duda de su estrategia: las decisiones drásticas -si es que las hay-, mejor en verano que ahora que puedan perjudicarles a él y al equipo. La realidad es que mientras Mbappé siga marcando y el Madrid ganando, el perdedor en esta guerra es Vinicius, no Xabi. Recálquese por eso que en su arrepentimiento postizo Vinicius incluyera a todo trapo al presidente, esa figura que en el Madrid puede mostrar el pulgar abajo a cualquier estrella, también, por supuesto, a él.

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Se extrae de su arrepentimiento parcial y dirigido que a Florentino no le gustó el berrinche o, casi peor, que el brasileño se huele que al presidente no le gustó. Polémicas así juegan claramente en su contra en plena renovación y desvelan una situación de debilidad y nervios de puertas hacia dentro. Lo que de verdad refleja es que ahora mismo Vinicius tiene cualquier batalla perdida con Xabi y que necesita embaucar a su presidente en caso de que en algún momento ruede alguna de las dos cabezas. El perdón de Vinicius al entrenador derivó en un arrodillamiento público ante Florentino. Pero la paciencia tiene unos límites. He ahí su problema.

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