Vini de Arabia

Campeón de campeones. Era la primera vez que en este nuevo modelo de Supercopa de España se enfrentaban en la final el campeón de Liga y el campeón de Copa. Y en esa ecuación, ahora mismo hay una distancia sideral entre Madrid y Barcelona. Fueron sólo cuatro porque Ancelotti es un caballero y porque en la cultura del Bernabéu ensañarse con el Barça no es una cuestión necesaria. Ya lo hace la Sala de Trofeos, en la que arrasamos en el solomillo y en lo que de verdad importa. Recuerdo que hace un año, también en Riad, el triunfo culé dio paso a un vídeo pretencioso titulado ‘Nueva Era’. Ingenuos. La verdadera Era es eterna y viste de blanco. El Madrid es el mejor equipo del Siglo XX y lo será del XXI. Nunca nos fuimos. El Barça vive de un relato propagandístico que le mantiene con la respiración asistida, pero cuando llega el ‘face to face’ con el Madrid le salen las costuras y la realidad futbolística y emocional le pone en su sitio. En los dos últimos años el Madrid ha ganado 7 títulos (1 Champions, 1 Liga, 1 Copa del Rey, 1 Mundial de Clubes, 1 Supercopa de Europa y 2 Supercopas de España). En ese tiempo, los azulgrana sólo dos (Liga y SP de España). No hay color. Mejor dicho. Sí hay uno. EL BLANCO NUCLEAR.

Vini se consagra. El brasileño lució el ‘7′, un dorsal mítico en el club defendido en otras épocas por Kopa, Amancio, Juanito, Butragueño, Raúl o Cristiano. Lo hizo en el estadio donde el crack portugués sigue gritando el famoso “siiiiiiiiuuuuu”. Vini se inspiró para destrozar al Barça con un hat-trick tremebundo y despiadado. Los metió con un desmarque, regateando a Peña y definiendo a puerta vacía. O llegando en el segundo palo para premiar la asistencia de Rodrygo, otro futbolista prodigioso. Y forzó el penalti del descabello culé, metiéndolo él mismo con fuerza y firmeza. Vini es un crack mundial y junto a ‘Rodry’ y Bellingham forma un tridente inigualable que durará muchos años. ¿Y Mbappé? Que se quede en París. Aquí no tiene sitio...

Don Carlo. Bendigo la hora en la que Ancelotti cerró con Florentino su regreso al Madrid en el verano de 2021 y bendigo la renovación hasta 2026 firmada recientemente con el Presidente. Ancelotti es el zapato de la Cenicienta del Madrid. Su educación, personal y futbolística, lo convierte en el técnico ideal para un club de tanta exigencia. Él mismo desechó humillar al Barça. Él gana guerras, no batallitas. El de Reggiolo ha convertido el vestuario en una Gran Familia donde no hay guerra de egos y donde las jerarquías están repartidas con naturalidad entre veteranos y noveles. El banquillo del Madrid está en muy buenas manos. Ya ha igualado los 11 títulos de Zidane. Y pronto cogerá los 14 de Miguel Muñoz. Sin duda, Carletto ya es el mejor entrenador de la glorificada Historia del Real Madrid. ‘Grazie, amico’.

Va por todos ellos. Esta Supercopa va por dos valientes como son mis amigos Eugenio Martínez, ‘El Obispo’ (Peña Carabaña), y Adrián Manzanero (Peña Alcalaína). Los dos tiraron de sus ahorros y volaron el pasado viernes hasta Riad. Puede que hayan sido los únicos aficionados merengues desplazados desde España hasta el país de las mil y una noches. La paliza que se han dado se vio compensada con el gran triunfo de la tropa de Ancelotti. Y no me olvido de mi admirado Paco Ortúñez, que este lunes cumple 90 años y sigue vibrando con los títulos de su Madrid (es el socio número 5.402 y tiene en su solapa la insignia de oro). Y mira que ha visto muchos de los 102 que ya acumula en sus vitrinas el mejor Club de la Historia...

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