Vallecas, un lugar de resistencia con licencia para soñar
Resistencia. El Rayo hizo suya una palabra, que en Vallecas suena a ritmo de Ska-P. Se mantuvo a flote cuando subía la marea rojiblanca y navegó a toda máquina en cuanto el viento sopló a favor. El gol de Isi, con algo de suspense por el VAR, espantó los fantasmas del pasado. Los de aquel 0-7 de la temporada anterior que aún llevaba clavada la tripulación. Los franjirrojos dieron la cara y se la partieron para defender el botín del 1-1. Justo lo que pide una hinchada que también remó. El Fondo recordó que aquí nadie es más que nadie. Una lección de vida y un aviso a navegantes.
Hace tiempo que el Rayo se sacudió el diminutivo compitiendo, peleando... La única forma de hacerse respetar en el océano de LaLiga. Iñigo Pérez sorprendió con el once, pero tenía un plan. Al más puro estilo Iraola. Vallecas —ese lugar acostumbrado a resistir— tiene también licencia para soñar y celebrar. Por muchas Vida Pirata en Primera, viento en popa y a toda vela.