Una reciente clásica rivalidad

Rivalidad reciente no quiere decir impostada. Barça y Chelsea no se habían enfrentado en la Champions hasta casi el nuevo milenio. Desde hace 25 años lo han hecho sin embargo con intensidad y con dolor para ambas partes. Aunque la igualdad es máxima en los partidos (cuatro victorias para cada uno y 6 empates) y en las eliminatorias se registra un apretadísimo 4-3 para los azulgrana, lo cierto es que ambas hinchadas guardan heridas de guerra. En Barcelona dolió aquella eliminación de 2012, donde un penalti enviado al larguero por Messi en el Camp Nou impidió plantarse en la final para optar al primer doblete en el nuevo formato de la vieja Copa de Europa.
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No menos doloroso fue para los londinenses el gol de Iniesta en Stamford Bridge, en el último instante y en la única ocasión en la que tiraron entre los tres palos. El madridismo aun sigue haciendo vudú al muñeco de Ovrebo por dos penaltis no pitados a los locales (que lo fueron) pero se olvidan de la expulsión de Abidal (no fue ni falta) o del latrocinio sufrido en la ida en el Camp Nou, que impidió dejar ya resuelta la eliminatoria sin necesidad de viajar a las islas. Negreira nunca tuvo mano en Europa, y aún así el Barça conquistó cuatro Champions en una década. Ahora llega un nuevo duelo a partido único y los dos están muy exigidos por la clasificación. Seguro que tampoco vamos a olvidar el choque de esta noche.
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