Una noche insuficiente de los leones

El Athletic empezó a perder la semifinal en los minutos previos al pitido inicial. Cuando Laporta se salió con la suya y empezó a hacer cortes de mangas por la jugada maestra con Olmo. Fue un golpe anímico que recogió el vestuario. Gavi celebró su gol con dedicatoria al jugador internacional rehabilitado por el CSD. Es verdad que no estuvo en el verde, pero su espíritu iluminó a los culés. Al Athletic ni le viene ni le va este follón, pero se quedó perplejo. Uriarte levantó la voz y Deco le salió a cruce como un central curtido. Mucho ruido antes de salir a disputarse un billete para la final en la Supercopa, la que soñaba Bilbao como el inicio del triplete.

A mí no me pareció un mal partido por parte de los leones. Solo una noche insuficiente. Bueno, mejor dicho, dos arranques de período en los que los rojiblancos no fueron fieles a lo que les había llevado a 15 días de imbatibilidad. El pulso tuvo menos frenesí del esperado y dio la sensación de que los de Flick ganaron con muy poco esfuerzo. Pero vieron perforada la meta en dos ocasiones, con un golazo de De Marcos y otro con cierta polémica de Iñaki Williams. Dos fueras de juego bien señalizados.

Pero el equipo estuvo puesto, no fue ningún desastre. El Barça tuvo ausencias, pero ¿y las del Athletic? No pudo jugar Sancet, básico en la fluidez ofensiva. Salió el tercer lateral derecho y Nico no estaba ni al 50 por ciento. Ambiente en contra, por cierto. Mejor olvidarse de Arabia.

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