Una generación después

En la isla de Mallorca y concretamente entre el mallorquinismo, hay mayores de edad de entre 18 y 21 años que no han visto al equipo bermellón en una final. Sin embargo, saben que, en un ciclo de doce años, el Real Mallorca disputó seis finales con un saldo de dos títulos, la Supercopa de España de 1998 y la Copa del Rey de 2003. En el camino se quedaron la Copa de 1991, la Copa de 1998, la Recopa de Europa de 1999 y la Supercopa de España de 2003.

Y ahora, quién se lo iba a decir al Mallorca de estos tiempos, con permiso de un Athletic también necesitado de levantar metal, que surge la oportunidad de saber qué se siente al ganar una Copa del Rey. La segunda es posible porque una final siempre depara posibilidades, en este caso la de devolver a los bermellones a la élite con el premio de un título. Se trata de una final inédita, nunca estos dos clubes alcanzaron juntos el último escalón de la competición. El Athletic tiene una historia gloriosa y el Mallorca una pequeña historia.Los de tercero jugarán contra los de quinto, y nunca se sabe lo que puede pasar en el recreo cuando se juntan todas las circunstancias posibles que ofrece el fútbol ya sea en un patio o en un estadio.

El grande se come al chico o David contra Goliath son expresiones de nuestro entorno que bien se pueden aplicar a una final de Copa, seas de la generación que seas.

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