Una ergometría en el Camp Nou
No te pido que pares todas las que van dentro. Me vale con que no metas las que van fuera’ renegó en lunfardo Di Stefano tras un autogol de su guardameta. Eso cuentan al menos. Pensé en esa leyenda cuando Ansu Fati ‘despejó’ el tiro a gol de Kessie para sentenciar la semifinal de Copa en el Bernabeu. ‘Ya que no las metes, al menos no las saques’ o algo así me vino a la cabeza. Precisamente con la cabeza tuvo Ansu la posibilidad de romper ante el Valencia su mala racha con un gol cantado tras un centro limpio y claro, pero sigue tan gafado que la picó como si fuese otro despeje. En la siguiente oportunidad la envió al palo medio en caída. Cuando el Barça se quedó con 10 por la expulsión de Araujo a nadie sorprendió que desde su palco el sancionado Xavi llamase por el móvil a su hermano para que lo mandase al vestuario y reforzar con Marcos Alonso la defensa. Ya vendrán tiempos mejores.
Este Barça en construcción (esperemos que sea por eso) se ha acostumbrado tanto a ganar por la mínima y sin posesión que no soporta el tedio de vencer con comodidad. Quizás por eso Ferran falló el penalti que pudo sentenciar. No sufrir hasta el final parece una grosería. Y así sufrió el Camp Nou los cinco minutos de descuento. Ganar esta Liga será algo parecido a superar una ergometría en el cardiólogo.