Una Copa a lo NBA

Después de varios años de cocción, la NBA estrenó esta semana su Copa. La competición, inevitablemente, nos recuerda en algunos detalles a varios formatos de Europa, sobre todo a la Copa del Rey de la ACB, aunque también tiene pinceladas de la Euroliga. O, sin salir de Estados Unidos, de la NCAA. A pesar de las semejanzas, el evento exhibe sus propias singularidades. Es una Copa a lo NBA. El campeonato se ha denominado In-Season Tournament, el torneo dentro de la temporada, lo que define bastante bien su pretensión. Los partidos de la fase de grupos tienen doble validez: para la Liga y para la Copa. Y justo en esa decisión está la clave de su puesta en marcha. Una de las preocupaciones de la NBA era la falta de tensión de los partidos ligueros del primer trimestre, justo el periodo en el que se ha fechado la novedosa Copa, que se disputará los martes y los viernes de noviembre en su ronda clasificatoria. Luego, en diciembre, habrá un cruce de cuartos, cuyos ganadores viajarán a Las Vegas para enfrentarse en semifinales y final, los únicos choques en territorio neutral. ¿Les va sonando?

Si lo que la NBA quería era dotar de emoción a estas jornadas, en su estreno lo ha conseguido. La diferencia media de los siete partidos de arranque ha sido de 4,8 puntos, con una prórroga y con una canasta ganadora, la que anotó Stephen Curry. Sólo un duelo se fue a más de 10 puntos, pero fue precisamente el partido estrella que dominaron los Nuggets de Jokic ante los Mavericks de Doncic. El show se sazonó, además, con una salsa americana: las pistas de los pabellones cambian de color para que el aficionado detecte con facilidad cuándo está presenciando la Copa. El comisionado Adam Silver continúa con su búsqueda de mejoras. Unas veces funcionan, como ha sido el caso del play-in, y en otras se recula, como en el modelo del All-Star. Pero la rueda del espectáculo no para de girar. ¿Triunfará la Copa?

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