Una alternativa para el Clásico
El empacho de goles que se dio el Madrid pone a prueba a Ancelotti ante el inminente desafío del Clásico. Como la Copa ha tomado la máxima consideración por el rival y la distancia al título liguero, el técnico italiano manejó un equipo distinto en la visita del Valladolid. Cambió el sistema (1-4-2-3-1) y juntó a la alineación más ofensiva que admite su plantilla, desde los laterales hasta a Asensio haciendo las veces de falso interior y mediapunta. Pudo golpear primero el equipo de Pacheta debido a los desórdenes iniciales blancos entre Tchoaumeni y Kroos y el pasillo a la espalda de Camavinga, pero no lo hizo y rápidamente se escenificaron unos problemas defensivos que vienen de lejos. Familiarizado con el fútbol de transiciones, el Madrid se sacudió las dudas ante un rival descoordinado e indolente en los duelos, que no sujetó los apoyos de Benzema y que abrió la puerta a las incursiones de Asensio por dentro. A pocos toques, con una propuesta vertical, los de Ancelotti corrieron, conectaron y definieron. Benzema estuvo esta vez superlativo en la finalización, pero sobre todo se enganchó más a una dinámica ofensiva que agradeció la transformación del dibujo.
El 1-4-2-3-1 ofrece más amplitud y posibilidades de asociación al ataque del Madrid. Vinicius, por ejemplo, se aprovecha de la fijación interior de Rodrygo o Asensio, además de la altura de Camavinga. No tiene que hacer la guerra por su cuenta todo el rato y encara situaciones más ventajosas con un contrario solo enfrente. Benzema también sale beneficiado, al tener socios por dentro y acompañantes en el área que liberan sus marcas. Y los meritorios, Rodrygo y Asensio, acreditan su máxima plenitud cuando les toca mediapuntear. Fueron conductores de los contraataques, se desempeñaron con finura y abordaron el área pucelana. Seguro que Ancelotti tomó nota ante el próximo Clásico de Copa, más si recuerda el volcánico final del compromiso de Liga en el que todo pudo pasar a partir de las apariciones de Rodrygo y Asensio a la espalda de Busquets. Obviamente este dibujo tiene sus inconvenientes en la recuperación de balón y en la solvencia atrás. Por ahí se rebajan las expectativas de que Ancelotti haga uso del mismo, al menos de inicio, pero la alternativa la tendrá muy presente. Si de algo sirvió al Madrid el encuentro de entreguerras contra el Valladolid, fue por el hecho de afianzar una posibilidad más que sugerente.
Movimiento coordinado
Benzema viene a recibir al apoyo sin que Joaquín le apriete. Asensio rompe al espacio para recibir del delantero y se beneficia de la nula reacción defensiva de los de Pacheta. Un pasillo por el que penetrar.